Asegura que seguirá haciendo oposición al Gobierno boliviano desde el país vecino
BRASILIA, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
El senador opositor boliviano Roger Pinto ha dado las gracias a Brasil por su "libertad" y ha celebrado que su huida de la Embajada en La Paz hacia el país sudamericano haya revelado "el verdadero rostro" del presidente de Bolivia, Evo Morales.
"Mi libertad se la debo a Brasil (...) que probó una vez más su respeto más allá de todo límite a la democracia, al derecho de asilo y a los Derechos Humanos. Para que todos los latinoamericanos sepamos que los convenios internacionales se respetan y que los Derechos Humanos se defienden sin insultar ni herir absolutamente a nadie", ha dicho en una carta abierta fechada el 25 de agosto, pero publicada hoy.
En concreto, ha expresado su agradecimiento a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que "generosamente" le concedió el asilo político; al embajador Marcel Biato, "que sufrió los rigores de este poder irracional· por el hecho solo de haberle acogido, y al encargado de negocios Eduardo Saboia, "que conoció el riesgo que le acechaba y tomó su 'chance'".
"Hay muchas cosas por las que le debo estar agradecido a Brasil, pero la más importante es que hoy me permite volver a abrazar y besar a mi esposa, mis hijas y mis nietos. Me permite pedirles perdón por el dolor que les he causado y darles las gracias por amarme. Gracias Brasil por permitirme vivir el milagro del amor de mi familia", ha añadido.
Por todo ello, el senador boliviano ha considerado que "Brasil es definitivamente el líder de América y el bastión de la libertad y la democracia" en la región.
"EL VERDADERO ROSTRO" DE MORALES
Por otro lado, ha celebrado que "estos 454 días de encierro y aislamiento sirvieron para denunciar ante Bolivia y el mundo el verdadero rostro del poder político que domina, destruye y elimina a cualquiera que se encuentre en su camino". "Ese poder dual y contradictorio. Hoy el mundo conoce el verdadero rostro de Evo Morales", ha sostenido.
Pinto ha recordado que "el camino pudo ser mucho más corto" porque cuando comenzó la supuesta persecución política se encontraba "a pocos pasos de cruzar la frontera y nada se oponía". "Pude salir a la libertad caminando firme, pero preferí volver hacia la sede del poder político, en La Paz", ha destacado.
El legislador opositor ha explicado que lo hizo "para enfrentar cara a cara ese poder omnímodo e irracional que persigue bolivianos, los apresa y los mata". "Decidí enfrentar con todos sus riesgos y peligros al poder al que había denuncia por su corrupción, por la violación sistemática de los Derechos Humanos, por sus vínculos con el narcotráfico", ha añadido.
"Siempre fui consciente de que el Gobierno no permitiría mi salida, pese a ello tomé mi 'chance' y me la jugué por lo que creo", ha aclarado. "No podía esconderme y desaparecer en la oscuridad de la noche sin haber enfrentado al mal en su propia sede", ha argumentado.
LA HUIDA
A pesar de ello, ha señalado que, cuando le fue consultada la decisión de salir de Bolivia por las autoridades brasileñas, entendió que "el tiempo había llegado". "Que era un operativo difícil y arriesgado, pero que serviría para cerrar este proceso con una demostración clara y transparente de que aún el más absoluto de los poderes tiene límites y que los derechos universales deben ser respetados", ha apostillado.
Pinto ha considerado que su huida a Brasil "prueba a Morales que el bien finalmente se impone y que no hay en la tierra poder más abyecto que el que usa los votos que un país generosamente le ha concedido para humillar, perseguir y matar a quienes piensan distinto".
OPOSICIÓN EN EL EXILIO
El senador boliviano ha dado su perdón a Morales, "con el corazón en la mano" por "todo el daño ocasionado", al tiempo que le ha advertido de que "seguirá rebelándose y luchando contra el oscuro poder al que representa".
"Le digo que el odio no acaba con la discriminación y que la justicia que le fue históricamente negada a nuestros pueblos indígenas no se repara con abusos, persecuciones y sangre de nuestros propios hermanos. La justicia no se consigue con odio y sangre", ha sostenido.
Así, ha adelantado que seguirá siendo "un militante en contra del narcotráfico que envilece a Bolivia, que mata nuestros valores; contra la corrupción, el abuso de poder y la humillación de los bolivianos que piensan distinto".
"A mi pueblo boliviano, valeroso y digno, le digo que estoy físicamente fuera de la tierra en que nací y en la que quiero morir, pero mi corazón está para siempre fundido con la pasión de ser boliviano y luchar por la dignidad de todos", ha afirmado.
Pinto se ha mostrado "seguro" de que volverá "a un país en el que la libertad y la democracia dejen de ser un simple discurso sin contenido y en el que en su límpido aire se respire amor y libertad".
CRISIS DIPLOMÁTICA
Pinto se refugió en la Embajada en La Paz el 28 de mayo de 2012 asegurando ser víctimas de una persecución política. Brasil le concedió el asilo político, pero Bolivia se negó a darle un salvoconducto porque debía responder ante los tribunales de justicia por cargos de corrupción.
El pasado mes de junio, el legislador crítico con el Gobierno de Evo Morales finalmente fue condenado 'in absentia' a un año de cárcel por causar daños económicos al Estado boliviano por valor de unos 1,7 millones de dólares (1,2 millones de euros).
Su abogado, Fernando Tiburcio, informó el pasado sábado a la prensa internacional de que Pinto había logrado salir de la sede diplomática y que ya se encontraba en Brasil. Al parecer, viajó 22 horas en coche acompañado por funcionarios brasileños para garantizar su seguridad.
Bolivia ha confirmado su "huida" y ha adelantado que activará "todas las acciones legales que correspondan" para que el senador opositor rinda cuentas ante la Justicia. En concreto, ha indicado que podría recurrir a los convenios suscritos con Brasil para recuperar al "prófugo".
El Gobierno brasileño ha dicho que fue informado 'a posteriori' del viaje de Pinto y ha llamado a su encargado de negocios en La Paz, Eduardo Saboia, para que dé explicaciones. Además, ha anunciado una investigación y "las medidas administrativas y disciplinarias correspondientes".
La huida de Pinto ya le ha costado el cargo al ministro de Exteriores de Brasil, Antonio Patriota, que este lunes ha dimitido. Fuentes de la oficina presidencial consultadas por 'O Globo' han indicado que su continuidad era "insostenible" debido al "enfado" de Dilma Rousseff por haberse enterado de este caso a través de la prensa.