Actualizado 24/06/2012 05:58

Bolivia: Las protestas policiales se encarrilan hacia "un golpe de Estado"

LA PAZ, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El Gobierno de Bolivia ha alertado que la movilización de los policías, que exigen una mejora de las condiciones y del salario, se encarrila hacia "un escenario de golpe de Estado", en palabras de la ministra de Comunicación boliviana, Amanda Dávila.

   "La violencia" y ciertos "indicios y señas" reflejados en la prensa boliviana y en los informes de Inteligencia constatan que se está creando un caldo de cultivo para un golpe de Estado.

   "Se están llegando a un escenario muy preocupante, por lo tanto consideramos que se tiene que resolver este conflicto; de lo contrario estamos entrando en un escenario francamente de golpe de Estado", ha advertido Dávila.

   La ministra ha urgido a los policías a que se sienten en la mesa de diálogo con el Gobierno, frente a aquellos, ha dicho que "pretenden aprovechar esa movilización con una franca motivación política".

   En un guiño a los policías, Dávila ha admitido que existe una "infraestructura deficiente" y que las demandas de los agentes en materia económica y salarial son "absolutamente comprensibles", según ha recogido la Agencia Boliviana de Información (ABI).

   El pasado viernes, cientos de policías asaltaron la sede de Inteligencia boliviana en La Paz, donde se han sucedido las batallas campales entre uniformados y el Ejército boliviano.

   Las manifestaciones comenzaron el miércoles cuando policías de otros departamentos tomaron por la fuerza varios cuarteles. Los manifestantes exigen al Gobierno un aumento del salario mínimo de un 70 por ciento, para que puedan recibir dos mil bolivianos (unos 228 euros) y que la jubilación se haga con el cien por cien de su salario. También piden la anulación de una ley que les prohíbe opinar públicamente.

   La vigilancia policial en las calles de las principales ciudades de Bolivia es prácticamente nula y en algunas cárceles los custodios han impedido el ingreso de los familiares de los presos como una forma de respaldar a sus compañeros.