Actualizado 04/05/2006 16:08

Bolivia.- La UE insistirá en la Cumbre de Viena en la importancia de proteger la inversión extranjera en Iberoamérica

Varios países de la UE hablan ya de firmar acuerdos comerciales "país a país" ante la crisis de la CAN, según Alberto Navarro


BARCELONA, 4 May. (EUROPA PRESS) -

Los países de la Unión Europea (UE) harán hincapié en la necesidad de "proteger las inversiones" y de ofrecer "seguridad jurídica" a las empresas durante la IV Cumbre UE-América Latina y el Caribe, que se celebra los próximos 12 y 13 de mayo en Viena, y donde previsiblemente tendrá lugar una encuentro bilateral entre el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el de Bolivia, Evo Morales, para tratar la situación abierta por la nacionalización de los hidrocarburos en el país andino.

La comisaria europea responsable de las Relaciones Exteriores y la Política Europea de Vecindad, Benita Ferrero-Waldner, habló ayer mismo con Morales para transmitirle la "preocupación" de la UE ante la inseguridad generada en las empresas europeas afectadas por la nacionalización, según explicó hoy el secretario de Estado para la UE, Alberto Navarro.

Navarro señaló que la intención de los países comunitarios es que las "conclusiones" de la cumbre de Viena "subrayen especialmente la necesidad de proteger las inversiones y de ofrecer seguridad jurídica" a las operaciones empresariales que puedan surgir entre la UE e Iberoamérica.

Este objetivo no se prevé complicado al tener en cuenta que también países latinoamericanos y especialmente Brasil "comparten la preocupación" de la UE, dado que la empresa estatal brasileña Petrobras es la más afectada por la nacionalización de los hidrocarburos decretada el lunes por Morales.

A día de hoy, está confirmada la presencia en la cumbre del presidente de Bolivia y del de Venezuela, Hugo Chávez, así como el de "la práctica totalidad" de los jefes de Estado de la UE y América Latina y el Caribe, a excepción del líder cubano Fidel Castro, según Navarro. La víspera de la Cumbre, el 11 de mayo, se prevé además una reunión "preparatoria" de los jefes de Estado.

Respecto al resto de cuestiones a tratar en esta IV Cumbre UE-Iberoamérica, admitió que posible "lanzar en la cumbre el mandato para la negociación" de un acuerdo de asociación (comercial, político y de cooperación) con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), tal como "se esperaba", debido a las dificultades en las que ha entrado la asociación con la decisión del presidente de Venezuela de abandonar la Comunidad.

Es más, ante estas dificultades, señaló que "hay quien habla ya en Europa de apostar por un acuerdo a tres, con Colombia, Ecuador y Perú" e incluso de acuerdos "país a país", señaló Navarro. Hasta ahora, la UE siempre ha insistido en la integración latinoamericana para negociar acuerdos birregionales.

No obstante, el representante español aseguró que en Viena "habrá lenguaje para ver si es posible avanzar" hacia la apertura de negociaciones una vez que el presidente de Bolivia asuma en julio la presidencia de la Comunidad Andina.

Sí se espera que del encuentro surja el "mandato de negociación" para que la UE y los países de América Central negocien un acuerdo similar. Otro de los objetivos de la cumbre que también se prevé alcanzar es "triplicar el volumen de préstamos" a América Latina del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

FECHA PARA EL ACUERDO CON MERCOSUR

Además, Navarro descartó que se pueda cerrar el acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur y confió en que al menos el encuentro sirva para "fijar una fecha para cerrar el acuerdo".

El secretario de EStado apuntó a las discrepancias entre las reivindicaciones "más agrícolas" de Mercosur y "más del sector servicios" de la UE, además de los "problemas internos de integración" de la organización sudamericana, como las principales dificultades de la negociación.

Además, explicó que Mercosur pretende esperar a cerrar primero el acuerdo con la Organización Mundial del Comercio (OMC) para marcarse los objetivos de su acuerdo con la UE en función de éste, lo cual está retrasando también el final de unas negociaciones que duran ya cinco años.