Actualizado 11/03/2016 18:34

Brasil abrirá la primera planta de conversión de energía de Latinoamérica

Basura acumulada en Brasil
REUTERS

   SAO PAULO, 11 Mar. (Notimex/Notimérica) -

   La primera planta piloto en América Latina de conversión de residuos en energía, conocidas como 'Waste To Energy' (WTE), será construida en Brasil para que se ponga en funcionamiento en 2019.

   Esta planta, que evitará la emisión de 900 toneladas de CO2 a la atmósfera por año, es un proyecto público-privado, en el que participa como socio la multinacional Coppel Seghers, encargada de garantizar el montaje de la infraestructura tecnológica.

   El ingeniero mecánico belga Bjorn Rondelez, invitado a la Conferencia Panamericana Waste To Energy 2016, celebrada en la ciudad colombiana de Medellín, explicó a Notimex el proyecto piloto que se llevará a cabo en Brasil.

   Esta central tiene sus orígenes en 2010, cuando el país sudamericano expidió una legislación que obligaba a las municipalidades a tratar los residuos sólidos. En base a esto, según el ingeniero belga, Sao Paolo dio el primer paso para construir la primera planta WTE.

   "La mayoría de los municipios en Brasil tienen basureros. No hay ningún tratamiento y la ley obliga que las autoridades locales desarrollen proyectos a favor del medio ambiente", explicó el experto.

   Las plantas de Conversión de Residuos en Energía se están convirtiendo en una necesidad para garantizar energías limpias hacia el futuro, especialmente en América Latina, una de las regiones más rezagadas en el tratamiento de residuos sólidos.

   La infraestructura estará localizada en Barueri, dentro del estado de Sao Pablo, en un área de 37.237 metros cuadrados y con capacidad para tratar 825.000 toneladas de residuos sólidos al día.

   Además, "la planta tendrá una potencia térmica de 64 megavatios (MWth), con una salida de vapor de caldera de 76.500 kilogramos por hora, así como una producción bruta de energía eléctrica estimada en 17 megavatios", explicó Rondelez.

CONSECUENCIAS POSITIVAS

   "La planta evitara la emisión de 900.000 toneladas de CO2 en la atmósfera por año. El 90 por ciento de los residuos convertidos en energía eléctrica beneficiará a 80.000 residencias", subrayó el experto.

   Aseguró que las plantas WTE "permiten reducir hasta en un 90 por ciento el volumen de los residuos, utilizando tecnologías de alto rendimiento, con seguridad ambiental probada".

   Las WTE utilizan sólo materiales no reciclables de lo recolectado de forma selectiva, y se presentan como una parte complementaria de la cadena de reciclaje.

   Por ello, este tipo de plantas contribuyen a la reducción de gases de efecto invernadero a la atmósfera. "En el proceso de operación se garantiza una baja generación de metano, que se produce en la descomposición de las materias orgánicas presentes en las basuras", concluyó.