MADRID, 6 Mar. (Notimérica) -
El canciller brasileño Mauro Vieira llegó el pasado jueves a Caracas, donde se reúne este viernes con sus homónimos María Ángela Holguín (Colombia), Ricardo Patiño (Ecuador) y el secretario general de Unión de Naciones Sud-Americanas (Unasul).
Estos países forman parte de una misión que busca el acercamiento del gobierno venezolano con sus líderes opositores, como el secretario general de la Mesa de Unidad Democrática, Jesús Torrealba o el diputado Julio Borges.
En la reunión del viernes también participaría la diputada María Corina Machado. Sin embargo, su presencia es poco probable porque desagradaría al presidente Nicolás Maduro.
Según la evaluación de Brasil, la situación de Venezuela empeoró tras la prisión del alcalde de Caracas Antonio Ledezma. La crisis también ha sido desencadenada por la invasión de la sede de la Copei y por la muerte del joven Kluivert Roa, presuntamente asesinado por un policía durante una manifestación en São Cristovão, en el estado de Táchira.
Dadas estas circunstancias, Brasil teme que el Gobierno de Maduro posponga las elecciones legislativas, según informa 'Folha de São Paulo'. Es por esta misma razón por la que defiende que Venezuela debe tomar las riendas de la crítica situación en que vive con el fin de asegurar la realización de las elecciones legislativas del país, que deberían tener lugar en el segundo semestre de este año. Además, familiares de Leopoldo López y de Antonio Ledezma, reclusos en la prisión militar de Ramo Verde, pretenden reunirse con el grupo de diplomáticos.
POSICIÓN DE BRASIL Y DE DILMA ROUSSEFF
Hasta el momento, la presidenta Dilma Rousseff no se ha pronunciado con respecto a la crisis vivida por el país socialista, por lo que es presionada por la oposición brasileña.
Desde que la crisis comenzó el 12 de febrero de 2014, Brasil se ha mostrado al margen del problema. El ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, se manifestó en defensa del diálogo entre el Gobierno de Maduro y la oposición venezolana. Igualmente, el ministro anunció que la posición de Brasil apoyaba el diálogo y condenaba de la violencia.