Actualizado 19/06/2013 07:22

Brasil.- Los disturbios vuelven a las manifestaciones en Sao Paulo con un intento de asalto al Ayuntamiento


BRASILIA, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía Militar se han repetido en la marcha que se ha celebrado este martes en Sao Paulo contra la subida del precio del transporte público debido a que un grupo de encapuchados ha intentado asaltar el Ayuntamiento.

Alrededor de las 17.00 horas (22.00 horas en España) unas 50.000 personas se han concentrado en Sao Paulo, por décimo día consecutivo, para recorrer el centro de la ciudad brasileña con el fin de protestar por el aumento de la tarifa del transporte público 3 a 3,20 reales.

La marcha ha arrancado en la plaza de la Catedral da Sé, ubicada en el kilómetro cero de Sao Paulo, pero pronto se ha dividido en dos columnas: una hacia la avenida Paulista, que ha transcurrido de forma pacífica, y otra rumbo al Ayuntamiento, donde han estallado los disturbios.

Un grupo de encapuchados ha roto el cordón de seguridad del Ayuntamiento y ha arrancado las banderas y los elementos ornamentales para arrojarlos contra la fachada. Algunos manifestantes han intentado impedirlo, pero sin éxito.

Según la cadena O'Globo, uno de los encapuchados ha lanzado un cóctel molotov que ha herido a un mendigo que se encontraba en medio de la protesta. Un grupo de estudiantes le ha socorrido y ha intentado expulsar al responsable del ataque.

Varias decenas de agentes municipales y del Grupo Táctico de la Policía Militar han intentado contener a los encapuchados lanzando gas pimienta, pero no lo han conseguido, desatando el caos frente al Gobierno de Sao Paulo.

Los asaltantes han quemado dos muñecos que representaban al alcalde, Fernando Haddad, y al gobernador, Geraldo Alckmin, han quemado las instalaciones de la Policía Militar que hay enfrente del Ayuntamiento, mobiliario urbano, bolsas de basura, varios coches y han destrozado varias sucursales bancarias y locales comerciales.

Tras dos horas de actos vandálicos, las autoridades paulistas han ordenado desplegar al Grupo de Choque de la Policía Militar, que finalmente ha conseguido dispersar y reducir a los encapuchados. Hay al menos ocho detenidos.

Entretanto, en la avenida Paulista, la marcha ha transcurrido sin incidentes hasta el final, cuando un pequeño grupo de manifestantes ha prendido fuego a bolsas de basura en la calle Augusta, pero la Tropa de Choque los ha reprimido.

Otro grupo de 200 manifestantes se ha concentrado a última hora de la noche frente a la residencia de Haddad. "Si Haddad no sale, nadie duerme", gritaban. Finalmente, se han retirado de forma pacífica vigilados por la Policía Militar.

"EPISODIOS AISLADOS"

La Secretaría de Seguridad Pública del estado Sao Paulo ha emitido un comunicado en el que ha calificado estos hechos de "episodios aislados" y ha advertido de que "sus responsables están siendo vigilados e investigados".

Además, ha explicado que la Fuerza Táctica se ha desplegado a petición de las autoridades municipales y que no ha intervenido desde el principio porque "consideró que podría perjudicar a parte de los manifestantes".

NEGOCIACIONES EN SAO PAULO

En este contexto, Haddad ha dejado la puerta abierta a revocar la subida del precio del transporte público --de 3 a 3,20 reales--, comprometiéndose a "reflexionar" sobre ello, tras reunirse durante cuatro horas con el Consejo de la Ciudad.

"Yo me subordinaré a la voluntad de los ciudadanos porque soy el alcalde. Haré lo que la ciudad quiera. Tenemos un pueblo en la calle pidiendo soluciones y no podemos descansar hasta encontrarlas", ha dicho a la prensa brasileña.

Así, se ha mostrado dispuesto a revisar "la hoja de cálculo" para "ver si su tamaño se debe al lucro de los empresarios" que gestionan el transporte público. "Estoy abierto a todas las alternativas", ha aseverado.

Si bien, ha advertido de que la cancelación de la subida en el precio del transporte público supondría una carga de 175 millones de reales para el Ayuntamiento en subsidios, que con el aumento de 20 céntimos se reduce significativamente.