RÍO DE JANEIRO, 30 Nov. (EP/AP) -
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, visitará hoy una de las mayores favelas de Río de Janeiro, donde inaugurará un programa de trabajo con un presupuesto multimillonario para urbanizar estos barrios pobres de Río de Janeiro.
Ésta será la primera vez que Lula visite una favela desde que llegó a la presidencia en 2002. Lula eligió Cantagalo, un barrio humilde situado en las colinas que dominan los acaudalados distritos playeros de Copacabana e Ipanema, que por primera vez recibirá la visita de un presidente del Gobierno.
La Policía ocupó el jueves puntos estratégicos en la mencionada favela, controlada por pandillas de narcotraficantes fuertemente armadas, antes de la visita de Lula y cerrará todos los accesos a la zona una vez que llegue el mandatario.
En Cantagalo, Lula seguramente anunciará inversiones por 3.800 millones de reales (1.400 millones de euros) para construir alcantarillado en todo el estado y mejorar las carreteras y edificios en las favelas, el nombre que los brasileños dan a los barrios extremadamente pobres.
"El presidente lanzará un programa social de infraestructura, que incluirá alcantarillados básicos de aguas residuales y la construcción de viviendas. Todo esto generará puestos de trabajo", dijo el ministro de Desarrollo Social, Patrus Ananias.
Unos 35 millones de reales (14 millones de euros) de dicha cantidad serán destinados a Cantagalo y a las favelas vecinas de Pavao y Pavaozinho, donde viven unas 50.000 personas.
Los barrios pobres de Río comenzaron a aparecer a finales del siglo XIX al ocupar los esclavos libertos las tierras sin dueño, en su mayoría, en las empinadas colinas que rodean la ciudad. Los emigrantes que llegaron luego procedentes de los estados del norte incrementaron el tamaño de esas colonias pobres.
En la actualidad, una quinta parte de los seis millones de habitantes de Río vive en las favelas. Muchos de ellos ocupan el mismo lugar desde hace generaciones.