Actualizado 02/07/2013 18:56

Brasil.- La Policía Militar lanza gases lacrimógenos para dispersar el bloqueo de los camioneros en Sao Paulo


BRASILIA, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Policía Militar brasileña ha lanzado gases lacrimógenos contra los camioneros que desde el lunes bloqueaban el acceso al puerto de Santos, en el estado de Sao Paulo, en el marco de las protestas a favor de una rebaja de los combustibles y el fin del pago de peajes.

Alrededor de 200 camioneros formaban desde el lunes por la mañana una cola de unos cuatro kilómetros que impedía el paso de grandes camiones de mercancías, aunque sí se admitía el tránsito de coches y autobuses.

Este martes, la Policía Militar ha intervenido para despejar el camino y se ha enfrentado a los transportistas lanzando gases lacrimógenos, según ha informado el diario 'Folha de Sao Paulo'. Por el momento, se desconoce si se han producido detenciones en la operación, aunque la carretera está prácticamente despejada.

La asociación de camioneros ha reclamado mantener las protestas hasta el jueves, aunque ha pedido a los transportistas que no perjudiquen a los brasileños. "Recomendamos a todos a no programar viajes para ese período, de manera de reducir el número de vehículos de carga en las carreteras, pero sin causar trastornos a los ciudadanos", ha indicado en una nota.

El sindicato ha exigido "subsidios para el diésel, para abaratar los precios de los alimentos y todos los productos", el fin del pago de peajes para los camioneros y un control exhaustivo de las licencias de transportistas para evitar el fraude de personas ajenas a la profesión.

La huelga de los transportistas de mercancías se une a las movilizaciones de asociaciones civiles que se producen desde hace tres semanas para reclamar mejoras sociales al Gobierno de la presidenta, Dilma Rousseff.

Aunque las protestas comenzaron por la subida del precio de los transportes en Sao Paulo, pronto se trasladaron a otras ciudades en las que se reclamaba una mejora de los servicios sociales y la reducción de las inversiones en los grandes eventos que Brasil celebrará en los próximos años, como el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016, así como la Copa Confederaciones, que acabó el domingo.