Publicado 16/12/2015 22:54

Brasil.- La Procuraduría pide al Supremo que aparte a Cunha de la Presidencia de la Cámara de Diputados


BRASILIA, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -

El procurador general de Brasil, Rodrigo Janot, ha pedido este miércoles al Tribunal Supremo Federal (STF) que aparte del cargo al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, por usarlo "para interés propio y con fines políticos".

Janot ha pedido en un comunicado al STF que Cunha "sea apartado de su mandato parlamentario y, en consecuencia, de la Presidencia de la Cámara de Diputados" porque "ha utilizado su cargo para interés propio y fines ilícitos".

"La medida es necesaria para garantizar el orden público, la regularidad de los procedimientos criminales en curso ante el STF y la normalidad de las cuestiones sometidas al Consejo de Ética" del Parlamento, ha dicho la Procuraduría.

El Ministerio Público ha explicado que las acusaciones contra Cunha por corrupción y blanqueo de capitales, por un lado, y sus cuentas bancarias en Suiza, por otro, "pueden acarrear la pérdida del mandato, ya sea por vía judicial o en el campo político-administrativo".

La Procuraduría fundamenta su solicitud al STF en "once hechos que prueban que Cunha usa su mandato como diputado y el cargo de presidente de la Cámara de Diputados para intimidar a diputados, colaboradores, abogados y agentes públicos, con el objetivo de obstaculizar y retrasar las investigaciones en su contra".

La institución ha subrayado que se rata de "hechos anormales y graves que exigen un tratamiento riguroso conforme al ordenamiento jurídico", que contempla como medida cautelar que Cunha sea apartado de sus funciones públicas.

Cunha está siendo investigado por el Consejo de Ética por sus cuentas suizas en una investigación parlamentaria que podría expulsarle del cargo definitivamente y que, según han denunciado sus miembros, ha trabado en todo momento.

El jefe de la cámara baja también es protagonista de la polémica política en Brasil por abrir un proceso de 'impeachment' contra la presidenta, Dilma Rousseff, --según esgrimen desde Planalto-- como venganza por las pesquisas del Consejo de Ética.