Dilma Rousseff
REUTERS

BRASILIA, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, pronunciará ella misma su alegato final en el juicio político que se celebrará en su contra en los próximos días por las supuestas irregularidades contables cometidas durante su mandato.

Según asesores de Rousseff, la inquilina del Palacio de Planalto ha decidido comparecer en la cámara alta durante el 'impechament' para responder a las preguntas de los senadores, e incluso ejercerá su propia defensa en la última sesión del juicio político.

Rousseff ha explicado que, en contra de lo publicado por la prensa local, "no tiene miedo" de ir en persona al Senado para afrontar el interrogatorio por el 'impeachment'.

"Nunca he tenido miedo de eso. He aguantado tensiones mucho mayores en mi vida. Esto es solo un ejercicio de democracia", ha afirmado, en declaraciones telefónicas al diario brasileño 'Folha'.

Está previsto que el 'impeachment' comience el 25 de agosto y que a lo largo de los cuatro días siguientes se dirima si Rousseff incurrió en un crimen de responsabilidad al aumentar el gasto público sin autorización del Congreso en plena campaña para su reelección, en 2014.

El juicio político se celebrará en el Senado y estará presidido por el presidente del Tribunal Supremo, Ricardo Lewandowski. Para que el 'impeachment' prospere deben votar a su favor al menos 54 de los 81 legisladores que componen la cámara alta.

En este escenario, Rousseff, que fue suspendida el pasado 12 de mayo para afrontar el juicio político, sería apartada del cargo de forma definitiva e inhabilitada para los próximos ocho años. El único precedente en Brasil es el del ex presidente Fernando Collor.

Rousseff ha enviado una carta a los senadores en la que urge a "cerrar" el proceso de 'impeachment' ante la falta de pruebas en su contra y propone celebrar un plebiscito para decidir sobre unas elecciones anticipadas y una reforma política.