Actualizado 30/01/2006 18:45

Brasil/R.Unido.- Una delegación brasileña seguirá de cerca la investigación de la muerte de Menezes en Londres

La llegada del grupo coincide con la admisión de Scotland Yard de que fue un fallo esconder la verdad


LONDRES, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

Una delegación del Gobierno brasileño llegó hoy a Londres para seguir de cerca la investigación de la muerte de Jean Charles Menezes, el brasileño de 27 años abatido por la Policía en el metro londinense tras ser confundido con un sospechoso de terrorismo. La llegada del grupo coincide con la admisión de Scotland Yard de que fue un fallo esconder la verdad.

La misión retomará el trabajo realizado por otra comisión, quien reclamó el pasado agosto al Gobierno británico que aclarase las circunstancias de la muerte de Menezes, informó la agencia de noticias 'Prensa Latina'.

La comitiva, que permanecerá en Londres hasta el 2 de febrero, estará integrada por el embajador Manoel Gomes Pereira, director del departamento de la Cancillería para las Comunidades Brasileñas en el Exterior, y por Wagner Goncalves, subprocurador general de la República de Brasil, entre otros funcionarios.

También se reunirá con los familiares de Menezes y su abogado, quienes reclaman se les entregue una copia de las conclusiones de la Comisión de Quejas de la Policía (IPCC), la cual realizó una investigación sobre el suceso.

OCULTAMIENTO DE LA VERDAD

La llegada de esa delegación coincide con la revelación del comisario jefe de Scotland Yard, Ian Blair, de que fue una seria equivocación no reconocer enseguida que los agentes fallaron en la información inicial brindada.

El primer ministro británico, Tony Blair admitió ese error desde noviembre pasado, durante declaraciones al diario londinense 'The Guardian'.

El jefe de Scotland Yard admitió desde entonces que Menezes, ultimado de ocho balazos por un agente, siete de ellos en la cabeza, no vestía una chaqueta abultada, ni corrió cuando se le dio una orden de detenerse, como se dijo en principio.

El ocultamiento de esa realidad trajo como consecuencia que la verdad fuera revelada tres semanas después de su muerte por la prensa, con la publicación de datos filtrados de que el joven se comportó como un usuario normal del metro, donde fue baleado cuando se sentó en un vagón a leer un periódico gratuito.