Actualizado 05/06/2009 17:03

Británico Brown intenta salvar gobierno con reorganización

Por Adrian Croft y Matt Falloon

LONDRES (Reuters/EP) - El primer ministro británico, Gordon Brown, desistió el viernes de reemplazar a su ministro de Finanzas en un intento por mantener unido su gobierno y para poner fin a una crisis que ha tumbado la libra esterlina.

La libra alcanzó un mínimo en dos semanas contra el euro luego de la renuncia de otro ministro de alto rango -el tercero en igual cantidad de días- mientras los resultados de elecciones locales apuntaban a fuertes pérdidas para el laborismo pero no a un viraje hacia la oposición conservadora.

La renuncia del secretario de Trabajo y Pensiones James Purnell incrementa la posibilidad de que Brown, hasta no hace mucho alabado por sus esfuerzos para estabilizar el sistema financiero global, se vea obligado a abandonar el cargo luego de sólo dos años en él.

La actual reorganización es vista como una última oportunidad para Brown, asediado por bajas cifras de aprobación y rumores acerca de un golpe político desde que sucedió a Tony Blair a mediados del 2007, para tratar de recuperar autoridad sobre un partido cada vez más rebelde.

Reportes de medios indicaban que Brown había desistido el viernes de un plan para reemplazar al ministro de Finanzas Alistair Darling con su aliado cercano Ed Balls luego de que Darling se negó a dejar el cargo.

Darling ha sido alabado por sus esfuerzos para sacar a Gran Bretaña de su recesión más profunda desde la Segunda Guerra Mundial.

El espacio de Brown para maniobrar se ha visto limitado por las renuncias esta semana de Purnell, la ministra del Interior Jacqui Smith y la ministra de Comunidades Hazel Blears. Al mismo tiempo, aliados se movieron rápido para reunirse con él

el viernes.

La partida de Brown agregaría presión al laborismo para que adelante una elección general que debe llevar a cabo dentro de un año. Los conservadores, que representan a la oposición de centro derecha, tienen la ventaja en las encuestas y serían los claros favoritos para regresar al poder por primera vez desde 1997.

"Ahora creo que la continuación de su liderazgo hace más, y no menos, posible una victoria conservadora", dijo Purnell en una carta a Brown. "Por lo tanto, estoy pidiéndole que se haga a un lado para dar a nuestro partido una oportunidad de ganar", agregó.

La maniobra de choque de Purnell, visto por algunos como un potencial nuevo líder del partido, se produce luego de las partidas de Blears y Smith, quienes renunciaron sin atacar abiertamente a Brown.

A diferencia de Purnell, Blears y Smith eran candidatos para participar en cualquier reorganización ministerial luego de las revelaciones sobre reembolsos de gastos, sólo dos casos en un escándalo de asignaciones que ha herido la integridad de todos los partidos en el Parlamento.

Los problemas de Brown no concluyen allí. Los primeros resultados apuntaban a fuertes pérdidas para su gobernante Partido Laborista en las elecciones locales del jueves.

"El Gobierno está colapsando frente a nuestros ojos", dijo el líder conservador David Cameron en su sitio web.

Un débil desempeño de los laboristas en las elecciones del jueves del Parlamento Europeo cuando se anuncien los resultados el domingo podría ser el golpe final para Brown, dijo Simon Lee, un experto en política de la Hull University.

Reportes de medios dijeron que hasta 75 parlamentarios laboristas -cerca de un quinto del total- estaban listos para firmar una carta instando a la salida de Brown, aún antes del anuncio de Purnell.