Actualizado 17/09/2009 09:55

La Casa Blanca renuncia al escudo antimisiles de Bush ante la menor amenaza iraní

NUEVA YORK, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Casa Blanca archivará los planes de la anterior administración y no construirá el escudo antimisiles proyectado en Polonia y República Checa, ya que Irán no progresa al ritmo esperado en la construcción de misiles de largo alcance, según indicaron fuentes oficiales estadounidenses al diario 'Wall Street Journal'.

La decisión, que previsiblemente limará tensiones con Rusia, país crítico desde un principio con los planes del Gobierno de George W. Bush, se ha adoptado después de comprobar que el programa armamentístico iraní no representa una amenaza inminente para Estados Unidos o las principales capitales europeas.

Las conclusiones de esta suspensión se darán a conocer previsiblemente la próxima semana y servirán para finalizar dos meses de revisión del plan de defensa.

El actual presidente estadounidense, Barack Obama, ordenó estos análisis para determinar si rechazar o mantener una de las iniciativas más polémicas de su predecesor quien llegó a reclamar que se iniciase la construcción del escudo en Europa antes de abandonar la Casa Blanca el pasado enero. Su plan pasaba por construir un sistema de radares en territorio checo y diez interceptores de misiles en Polonia.

No obstante, Obama dejaría abierta la posibilidad de recuperar este proyecto si Irán progresa en la construcción de misiles hasta el punto de suponer un riesgo evidente.

SISTEMAS REGIONALES

La administración de Obama concluye ahora que los aliados de Estados Unidos en Europa sólo se ven amenazados por proyectiles de corto y medio alcance iraní y, por este motivo, la Casa Blanca sólo recomendará la construcción de sistemas de defensas regionales, según fuentes cercanas a las discusiones mantenidas durante las últimas semanas. Estos nuevos sistemas levantarían, al menos 'a priori', menos controversia que el inicialmente planeado desde Washington.

Las fuentes apuntaron también que el Ejecutivo norteamericano estudia si ofrecer a Polonia y la República Checa programas alternativos para asegurar la defensa de los dos Estados miembros de la OTAN, con cuya seguridad Washington se comprometió explícitamente.

La marcha atrás decidida por el actual Gobierno norteamericano serviría para mejorar las relaciones diplomáticas con Moscú y, según algunas voces, para lograr el apoyo ruso a hipotéticas nuevas sanciones económicas contra Teherán, cuya industria nuclear se encuentra en el punto de mira internacional. Rusia cuenta con derecho de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por lo que su voto se hace esencial en caso de nuevos debates.

Los 15 miembros del Consejo de Seguridad se reunirán con los negociadores iraníes el próximo 1 de octubre para discutir el programa nuclear iraní.