Actualizado 16/02/2015 14:31

Caso Nisman: Informe forense descartaría la hipótesis del suicidio

Alberto Nisman, fiscal del caso AMIA
Foto: MARCOS BRINDICCI / REUTERS

BUENOS AIRES, 16 Feb. (Notimérica) -

   Casi un mes después de la muerte del fiscal federal Alberto Nisman, que apareció muerto justo el día previo a su declaración ante el Congreso argentino para ampliar su acusación contra la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en el caso AMIA, siguen siendo un interrogante. Ahora, fuentes judiciales que tuvieron acceso a la autopsia han descartado la teoría del suicidio.

   La fiscal Viviana Fein sugirió pocas horas después del hallazgo de su cadáver, que podía tratarse de un suicidio. Sin embargo, las fuentes consultadas por el diario argentino 'Clarín' han señalado como principal argumento para descartar un suicidio la trayectoria ascendente de la bala que ingresó a la cabeza de Nisman y provocó su muerte. Ese recorrido de la bala no coincidiría con los parámetros que se dan en los casos de suicidio.

   En el primer comunicado de prensa de la Procuración General de la Nación, la fiscal Fein informó sobre un "anticipo" del resultado de la autopsia, añadiendo que el decano de la morgue judicial había comunicado que en la muerte de Nisman "no hubo intervención del Ministerio Público".

   Fein se refirió al caso como "muerte dudosa", pero en algún momento deberá exponer una hipótesis de lo ocurrido y definir si pudo haber sido un suicidio -voluntario o inducido- o si directamente se trató de un homicidio.

   Las fuentes judiciales consultadas por 'Clarín' habrían descartado la hipótesis del suicidio voluntario, por la concurrencia de elementos "no habituales", como la trayectoria ascendente del balazo, el hecho de que el arma no estuviera pegada a la cabeza de la víctima, sino a una distancia de entre uno y tres centímetros, y la ausencia de pólvora en las muestras tomadas de la mano derecha del fiscal que investigaba el atentado contra la sede de Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).

   "Son situaciones no habituales para supuestos casos de suicidio", ha denunciado un juez penal que conocía personalmente a Nisman, señalando además aspectos de la personalidad de Nisman que no inclinarían la balanza hacia el suicidio voluntario: "Quien diga que flaqueó porque era floja su denuncia es no haberlo conocido a él. Un suicidio sería incompatible con su forma de pensar. Era muy seguro de sí mismo".

   Otros motivos que hacen dudar del suicidio voluntario incluyen el calibre del arma -no del todo segura para alguien que se quiere suicidar-, la inoperancia de las cámaras de seguridad del edificio donde vivía Nisman (la torre Le Parc, en Puerto Madero) o el hecho de que trabajase hasta el último momento con la presentación que haría en el Congreso.

   Además, la puerta de servicio estaba abierta [siempre permanecía cerrada con llave] y sus vigilantes tardaron en contactar con Nisman unas once horas y no recordaban la clave para acceder por la puerta principal a la vivienda de Nisman.

   Sin embargo, los que se inclinan hacia la hipótesis del suicidio destacan el endurecimiento de los dedos de la mano derecha de Nisman, característico de alguien que se disparó y falleció instantáneamente. Aunque esta prueba no excluye la posibilidad de que alguien obligase a Nisman a suicidarse.

   "A nosotros nos avisaron a la medianoche. Qué pasó antes, no lo sé", explicó una fuente judicial que participó del procedimiento en el departamento de Nisman la madrugada del domingo 18 de enero. Con la Justicia y la Policía presentes, se tomaron las muestras de la escena del crimen y cerca de las cinco de la mañana se llevó el cadáver para la correspondiente autopsia, que se grabó, al igual que el procedimiento en su casa.

EL CASO AMIA

   Nisman era el fiscal en la investigación del atentado contra la sede de la AMIA, que en 1994 se llevó la vida de 85 personas. En un escrito de 300 páginas, Nisman señaló a Fernández de Kirchner y al canciller argentino Héctor Timerman, entre otros cargos públicos, como autores y cómplices de encubrimiento agravado de los sospechosos iraníes, así como de otros delitos conexos, como obstrucción e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

   Tras la muerte del ex presidente Kirchner, en octubre de 2010, las relaciones comerciales entre Irán y Argentina comenzaron a resurgir. El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner negoció durante dos años con Irán la firma de un Memorándum de Entendimiento, para lograr el avance de la causa, pero todas las negociaciones se dieron a espaldas de Nisman, el hombre que debía interrogar a los sospechosos iraníes.

   A medida que trascendía información del polémico Memorándum, Nisman se fue alejando de la presidenta, hasta el punto de que mientras el Gobierno defendía su política hacia Teherán, presentó un dictamen en mayo de 2013 en el que acusó a Irán de infiltrarse en países de América latina para fomentar actos terroristas.

   La semana antes de su muerte, dos años después de la firma del Memorándum entre Argentina e Irán, el fiscal afirmó que la presidenta y el canciller argentinos acordaron "la impunidad de Irán" antes de la firma del tratado de cooperación con el país asiático para avanzar en el esclarecimiento del atentado contra la AMIA.