Publicado 03/05/2015 21:54

¿Está cayendo el gobierno colombiano en brazos del Uribismo?

Juan Manuel Santos presidente Colombia
COLPRENSA

BOGOTÁ, 3 May. (Colprensa/Notimérica) -

En medio de un desplome en la imagen del presidente Juan Manuel Santos, los gestos de acercamiento entre su gobierno y el uribismo, dejan entrever que en la partida política tomó un segundo aire el jefe de la oposición, el senador Álvaro Uribe Vélez.

En la semana que termina pareció que el Centro Democrático y no el gobierno fue quien puso las reglas en torno a la agenda legislativa y a los puntos comunes que empiezan a surgir sobre el proceso de paz.

Así quedó claro tras el reciente encuentro entre Uribe y el ministro de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez, reunión que no se dio en el Palacio Presidencial, sino en la oficina del senador, ubicada en el Capitolio Nacional, hasta donde el 'superministro' fue a buscarlo.

Al término de la charla, las voces en el gobierno cambiaron, incluso con la afirmación radical de Martínez de que "Uribe es un patriota, que no se opone a la paz". El cambio de discurso no dejó de sorprender, pues en otras ocasiones el propio jefe de Estado calificó de "enemigo de la paz" a su antecesor.

La posición de Uribe también tomó un rumbo distinto, pues a ese sorpresivo encuentro se sumó la petición del expresidente de respaldar los planteamientos sobre cese bilateral y justicia, que hizo en días pasados el presidente Santos.

En su pronunciamiento Uribe advirtió que "ha habido dos rectificaciones del Gobierno que se deben apoyar", una de ellas es que no se negociará el cese bilateral, y la otra, que habrá cárcel para los cabecillas de la guerrilla.

Esto precedido por el 'salvavidas' de Uribe al vicepresidente Germán Vargas Lleras, al impedir que el Congreso estableciera una inhabilidad de cuatro años para que el Vicepresidente pueda postularse como candidato presidencial.

Para el analista político John Mario González, el acercamiento es estratégico, pues en la carrera por una eventual refrendación de los acuerdos de paz, el Gobierno empieza a preocuparse por el ambiente general y el respaldo de todos los sectores.

"Pero ese abrazo se vuelve como un abrazo de oso, porque en cualquier momento Uribe puede poner las condiciones aún más difíciles y la mesa de La Habana, en esas circunstancias, puede ser inviable. Eso es lo que debe evitar el Gobierno", dijo González.

Para el experto, la debilidad política de Santos es mayor cuando en varios miembros de su gabinete se adivinan aspiraciones presidenciales, o han hecho pronunciamientos que no acompañan la "pedagogía de paz" que defiende el Gobierno.

"Otro tema que ha empeorado ese ambiente es el propio accionar de la guerrilla. La posición que adoptó luego del atentado en el Cauca agotó la paciencia de la opinión pública, que dejó de percibir la paz como un tema político y lo asumió como una preocupación más social", según el analista.

Carlos Holmes Trujillo, ex fórmula vicepresidencial de Óscar Iván Zuluaga, y dirigente del Centro Democrático, dice que más allá que tender puentes entre Uribe y Santos, el reto que enfrenta el proceso es el de crear las condiciones de opinión para que la mesa de diálogos pueda seguir operando.

Sobre los acercamientos del gobierno con su bancada, Holmes dice que ha visto surgir unas coincidencias que podrían convertirse en un punto de partida para avanzar hacia la paz.

Particularmente esos puntos comunes tienen que ver con el cese al fuego y el mecanismo de verificación, pues el gobierno está reclamando que las FARC cumplan con el cese unilateral del fuego y el Ejército insiste en que se mantendrá dicha tregua, pero con verificación, tal como lo pide el uribismo.

Lo que sigue sin angustiar a la oposición es su posible participación en la Comisión Asesora de Paz, organismo con el que el Gobierno pretende dar la mayor inclusión a sectores sociales y políticos, de cara a la posible refrendación popular de los acuerdos.

Aunque el nombre de Carlos Holmes Trujillo fue uno de los mencionados para conformar el órgano, el jurista asegura que "no es el momento" y que por ahora "lo importante no es el escenario, sino la voluntad de buscar y encontrar coincidencias en puntos centrales".

En materia política el analista de la Universidad Javeriana Josías Fiesco, confía en que el alcance de estos acercamientos no pesará electoralmente, pues en el panorama sigue siendo inviable algún tipo de alianza conjurada para vencer en las urnas en octubre próximo.

"Lo que no es descabellado es que esos acercamientos le sirvan al Gobierno en sus proposiciones legislativas, pues Uribe, además de tener aceptación, tiene una bancada que podría sacar adelante proyectos, como ya ocurrió con el presupuesto nacional y con iniciativas de la salud", dijo Fiesco.

Así las cosas, el ritmo de la negociación con las FARC marcará no solo el respaldo de una opinión pública con la copa rebosada, sino también el cambio de discurso de una acérrima oposición, que por ahora deja claro que pese al acercamiento, no se sentará a dialogar con el mayor abanderado de la paz, el presidente Juan Manuel Santos.