WASHINGTON (Reuters/EP) - Más de 300 personas han muerto como consecuencia de la nueva cepa de influenza H1N1 en Estados Unidos, informaron el viernes funcionarios de salud del país, quienes añadieron que el virus está demasiado expandido y que por ello se detendría la cuenta oficial de decesos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) dijeron que en Estados Unidos fueron confirmados oficialmente 43.771 casos de gripe H1N1 y 302 muertes.
La pandemia se diseminó a unos 160 países en menos de dos meses y causó la muerte de alrededor de 800 personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señaló días atrás que la velocidad de la expansión hacía inútil el conteo de casos individuales.
Esas cifras de la OMS no incluyen el último recuento de los CDC.
Expertos sanitarios aseguran que millones de personas estarían infectadas en todo el mundo, pero los médicos sólo pueden comprobar una fracción de los casos sospechosos.
Los test de influenza son costosos y poco confiables y la confirmación de la gripe H1N1 es dificultosa.
Los funcionarios de salud ahora están trabajando con los laboratorios para evaluar y crear una vacuna contra la llamada gripe porcina, para que pueda administrarse junto con la inmunización para la influenza estacional.