Comandante Oscar Rondon de las FARC
Foto: GETTY

BOGOTÁ, 15 Ene. (Colprensa/Notimérica) -

   Tras los anuncios hechos por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, sobre el inicio de la negociación de un cese al fuego bilateral y definitivo, hay quienes cuestionan la posibilidad de que éste se acuerde pronto.

   Las constantes amenazas de parte de los grupos guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) sobre la posibilidad de retirarse de sus respectivos procesos de paz, podrían poner en duda a Santos, que no duda en afirmar que 2015 será el año de la paz para Colombia.

   Uno de los primeros en opinar fue el senador del Centro Democrático Alfredo Rangel Suárez, quien aseguró que "el presidente Juan Manuel Santos sigue engañando al país, generando una falsa expectativa sobre la inmediatez de la firma de un acuerdo de paz". Según él, "el presidente ya ha incumplido su promesa de la pronta firma de un acuerdo en cinco ocasiones, por lo que esta sería la sexta".

   Para el senador Rangel, "Santos realiza estos anuncios para mantener viva la expectativa de esos diálogos" que afirma "la inmensa mayoría de la población colombiana tiene en duda".

   El senador 'uribista' afirma que "el presidente Santos es muy consciente de que está engañando al país" y que "tiene toda la información sobre las dificultades que tiene la firma de un acuerdo de paz", porque "las mismas FARC le han advertido de manera reiterativa que todavía hay muchos temas pendientes en la agenda como para precipitarse a anunciar que ya está a la vuelta de la esquina un acuerdo de paz".

   Con una posición más moderada, el exconsejero presidencial de Paz y profesor de la Universidad del Rosario Carlos Eduardo Jaramillo ha afirmado que "abordar el tema del cese bilateral al fuego antes de la firma del acuerdo de paz facilitaría la negociación" porque se evitarían "las amenazas por ofensivas de la guerrilla o del Ejército".

   Según Jaramillo, "ya hemos visto en esos casos que la guerrilla utiliza alguna de las acciones que realiza el Ejército en cumplimiento de sus obligaciones constitucionales, para presionar al Gobierno a que haga un cese bilateral al fuego".

   Sin embargo, Jaramillo también ha señalado que "hay personas, dentro del mismo Gobierno, que no consideran que sea bueno hacer la paz con la guerrilla y están generando acciones que dan pie para que la guerrilla diga que el Gobierno está incumpliendo".

   "Todos vemos en las noticias que ha habido enfrentamientos entre guerrillas y Ejército, pero también que el Ejército lo niega, entonces no sabemos a quién creer", ha advertido el experto.

AMBAS FUERZAS SE SIGUEN EL JUEGO MUTUAMENTE

   Por su parte, el investigador y analista político de la Universidad Javeriana Fernando Giraldo, ha indicado tener la impresión de que las partes se toman la negociación como un juego. "Parece que la guerrilla mantiene una postura de forcejeo y de presión sobre el Gobierno para mantenerse en vigencia y conservar cierta capacidad de negociación", ha destacado.

   Para Giraldo, "las declaraciones de la guerrilla hay que entenderlas en el marco de un mensaje a su propia tropa; ellos no pueden mandar el mensaje de que todo está arreglado porque desmotivaría a los combatientes en Colombia", ha explicado.

   Según Giraldo, "la guerrilla ya ha dado muestras de una flexibilización muy grande, la declaración unilateral de cese al fuego fue un gran paso, por lo que mostrar una mayor apertura sería un símbolo de debilidad".

   Para el analista político, a pesar de que Santos ha indicado que negociará el cese bilateral del fuego con la guerrilla, el alto al fuego ya está "preacordado".

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