Actualizado 11/09/2009 21:55

Chávez juega "ajedrez" anti-EEUU en gira internacional

Por Frank Jack Daniel

CARACAS (Reuters/EP) - Los favores diplomáticos del presidente venezolano, Hugo Chávez, a Irán y Rusia esta semana muestran un férreo deseo de minar la influencia mundial de Estados Unidos, a pesar de su declarada admiración hacia el mandatario Barack Obama.

Durante una gira de 10 días para visitar a amigos y aliados en Oriente Medio y Europa, Chávez abrazó al líder libio Muammar Gaddafi, comparó al primer ministro ruso, Vladimir Putin, con Lenin y compartió alfombra roja con el cineasta estadounidense Oliver Stone en Venecia.

En Italia alabó a Obama, a quien estrechó la mano en abril, para después propinar un golpe a Washington con la promesa de romper un potencial embargo de gasolina contra Teherán y reconocer provocativamente la independencia de Georgia de dos estados respaldados por Rusia.

"El imperio yanqui caerá", dijo Chávez, a quien sus seguidores ven como el relevo del cubano Fidel Castro como el campeón "antiimperialista" en América Latina, en una conferencia con estudiantes extranjeros en Moscú.

Al explicar que nuevos centros de poder están emergiendo en el mundo, predijo que "sucederá en las primeras décadas del siglo XXI".

El antiguo soldado de tanques, quien asumió la presidencia de uno de los mayores exportadores mundiales de crudo hace una década, ha pasado buena parte de su tiempo en el cargo enfrentado a su principal cliente petrolero, Estados Unidos, país al que acusa de explotar a América Latina.

Tanto Rusia como Venezuela ayudaron esta semana a minar posibles sanciones contra Irán.

Aunque Caracas sigue siendo un actor menor en el juego diplomático, Chávez sabe que incluso en plena recesión mundial su país puede ejercer influencia a través de sus gigantescas reservas petroleras. El viernes regresa al país donde sus seguidores preparan una fiesta para recibir a su Comandante.

"Estos son nuevos movimientos de Chávez en el tablero de ajedrez geopolítico, su idea de crear una alianza 'anti imperialista'", dijo Edgardo Lander, de la Universidad Central de Venezuela.

POPULAR CON MUSULMANES

El carismático líder venezolano empleó un duro lenguaje contra el ex presidente estadounidense George W. Bush, mientras ahora juega más sutil con Obama. Analistas creen que Chávez quiere seguir capitalizando la retórica anti Estados Unidos, pero lejos de atacar a alguien tan popular como Obama.

Mientras, en Teherán, Chávez denunció a Israel por lo que llama el genocidio palestino y firmó un acuerdo para suministrar 20.000 barriles por día (bpd) de gasolina, lo que anima su popularidad en el mundo musulmán.

Además, defendió las ambiciones nucleares de Teherán, alegando que no existe evidencia de que estén construyendo armas atómicas.

Estados Unidos está buscando sanciones más duras contra Irán, posiblemente apuntando a su vital sector petrolero, si no acepta este mes conversaciones sobre su programa nuclear.

Irán importa el 40 por ciento de su gasolina y podría ser impactada por una sanción en la entrega de combustible, pero Rusia el jueves dijo que no respaldará ese movimiento en Naciones Unidas, donde tiene derecho a veto.

Los lazos de Chávez con Irán, que incluyen bancos conjuntos y un fondo de inversión por 1.600 millones de dólares, han llamado la atención del Fiscal del Distrito de Manhattan Robert Morgenthau, quien investiga si Venezuela ayuda a su aliado a evadir las sanciones financieras.

"El señor Chávez ha forjado claramente lazos con un líder ambicioso y temerario: el iraní Mahmoud Ahmadinejad", dijo el Washington Post en un editorial esta semana.

"Los debates en Washington sobre Hugo Chávez terminan a menudo con la desdeñosa conclusión de que el líder venezolano no supone una amenaza para Estados Unidos. Si eso es cierto, es porque no lo está intentando", agregó.

Mientras el Kremlin podría considerar la retórica socialista de Chávez un poco pasada de moda, miles de millones de dólares en venta de armamento, proyectos petroleros y una alianza militar que les llevó a realizar maniobras conjuntas en el Mar Caribe el año pasado, han estrechado sus lazos.

La decisión de Chávez de reconocer a Osetia del Sur y Abjasia es una rara victoria diplomática para Moscú, que ha intentado persuadir a sus aliados para que reconozcan a las dos pequeñas regiones como soberanas. Sólo Nicaragua ha accedido hasta el momento.

Molesto por unas maniobras navales de Estados Unidos en el Mar Negro y un acuerdo para poner misiles en Polonia, dos bombarderos rusos visitaron Venezuela y naves de guerra hicieron maniobras en el Caribe el año pasado.

"Rusia está interesada en los campos petroleros de Venezuela, en venderles armas a Venezuela y, claramente, a Moscú no le importa hacerlo de una forma muy visible para mandar un mensaje a Washington", opinó Dimitri Simes, experto en relaciones EEUU-Rusia.