SANTIAGO, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los Gobiernos de Chile y Argentina rubricaron este viernes el Tratado de Integración Bilateral que sienta las bases de las nuevas relaciones entre ambos países, simbolizado mediante el abrazo de Maipú. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, expresó que este pacto representa la posibilidad de "unir potencialidades que ayuden a generar mejores condiciones de vida para nuestros pueblos".
El acuerdo implica la creación de un sistema de jubilación recíproco, la libre circulación de personas y mercancias por las fronteras compartidas, proyectos concretos de conexión entre los dos países y unas fuerzas armadas comunes para la paz. Fernández de Kichner subrayó que "este cruce quiere sellar el derecho a la igualdad en nuestras sociedades y la amistad entre nuestros pueblos", informó el diario chileno 'El Mercurio'.
"Este cruce, que significa la constitución de las comisiones binacionales, para el paso de Aguas Negras y el trasandino, constituye otro cruce de Los Andes, por abajo y con fines, no ya de enfrentar, sino de unir posibilidades, potencialidades, que ayuden a generar mejores condiciones de vida para nuestros pueblos", dijo Fernández.
Asimismo, recalcó que el tratado profundiza la necesidad de articular una asociación estratégica con Chile y representa un acto de "profunda convicción americana", para contribuir a crear una región diferente a la que ambas presidentas conocieron.
"Construir esta región como una región de paz, de prosperidad y de igualdad, debe ser el objetivo de todos quienes gobernamos en nombres de principios como la libertad, la igualdad y la independencia económica de nuestros países", aseguró la mandataria argentina.
El Tratado de Integración sustituye al acuerdo de Paz y Amistad de 1984, que encarriló las relaciones entre Argentina y Chile después de su enfrentamiento por la soberanía del canal de Beagle, que estuvo cerca de desencadenar un conflicto bélico a fines de 1978.
Precisamente, Fernández de Kirchner y la mandataria chilena, Michelle Bachelet, volverán a reunirse el 29 de noviembre próximo en el Vaticano, cuando se entrevisten con el papa Benedicto XVI en ocasión del trigésimo aniversario de la mediación vaticana en el diferendo por el canal del Beagle.