Actualizado 30/05/2006 21:59

Chile.- Bachelet enfrenta la protesta estudiantil más grande desde 1972 y su primer conflicto social como presidenta

Más de 600.000 estudiantes participan en movilizaciones donde ya se han registrado varios heridos y producido unas 150 detenidos


SANTIAGO, 30 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, enfrenta hoy la protesta estudiantil más grande registrada en el país desde 1972, cuando gobernaba el socialista Salvador Allende, en lo que se presenta como el primer conflicto social de proporciones que se produce desde que Bachelet llegó a La Moneda el pasado 11 de marzo.

Más de 600.000 estudiantes, incluyendo a los universitarios, se han unido a las movilizaciones convocadas por los jóvenes que cursan sus niveles secundarios y que piden la gratuidad en el pase del transporte público y en la prueba académica que permite el ingreso ala universidad, así como la modificación de la Jornada Escolar Completa --que obliga a 12 años de escolaridad-- y de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), promulgada en la dictadura.

En un movimiento inédito para el país, en el cual los jóvenes han mostrado grandes condiciones de organización --comunicándose por medio de correos electrónicos, mensajes de Internet y teléfonos móviles-- han ocupado más de 100 centros de enseñanza secundaria, paralizando sus actividades y generando una gran preocupación en el Gobierno de Bachelet, quien reconoció su preocupación por la reforma de la educación en su país.

Poco a poco, las autoridades han ido flexibilizando sus posiciones y aunque en un principio se negaron a negociar mientras los estudiantes mantuvieran los colegios ocupados y las clases paralizadas, hoy martes se espera el inicio de una reunión en la Biblioteca Nacional de Santiago, a la que asistirán los ministros de Educación, Hacienda e Interior, además de los representantes del movimiento estudiantil.

La crisis ha generado varias tensiones en La Moneda, donde el ministro de Educación, Martín Zilic, a pesar de su negativa inicial, accedió esta tarde a participar en la mesa de diálogo con los jóvenes.

"Mucho se ha dicho que yo me he querido arrancar (escapar) del diálogo y eso me duele mucho, siempre he estado en la primera línea y cuando ayer los jóvenes dijeron que querían conversar conmigo, yo decidí sentarme a conversar con los jóvenes", dijo el ministro, a quienes muchos sectores políticos, de oposición e incluso del oficialismo, culpan de los extremos a los que llegó el conflicto.

El movimiento estudiantil ha generado además un respaldo también inédito. Todos los sectores políticos, sin excepción, desde la oposición de derecha, el oficialismo y la izquierda extraparlamentaria, así como los estudiantes primarios y universitarios, se han sumado al movimiento. También hay apoyo entre los profesores chilenos, que consideran justas las demandas.

Los estudiantes de secundaria movilizados, unidos en una coordinadora, eligieron a 25 dirigentes como portavoces del movimiento y se han organizado de manera casi militar para enfrentar las protestas.

A pesar del llamamiento de los estudiantes a mantener la calma y a realizar una movilización pacífica, se han registrado incidentes y enfrentamientos con la Policía que han dejado más de 150 detenidos y algunos policías y jóvenes heridos, especialmente en las refriegas producidas en los intentos de los Carabineros por impedir la ocupación de nuevos centros de enseñanza.

Las movilizaciones no sólo afectan al sistema estatal de educación, que está en manos de los municipios, sino que las demandas de los jóvenes han logrado que incluso los centros de educación privados, en manos de sociedades, colonias extranjeras e incluso grupos religiosos, se sumen a los paros. Las protestas se han extendido en todo el territorio nacional y también cuentan con el apoyo de numerosos padres.

A las 13.45 hora local (19.45 hora española), miles de estudiantes están reunidos en distintos puntos del centro de la capital de este país y en las ciudades más grandes de las provincias, donde esperan expectantes el resultado del diálogo que se iniciará en pocos minutos más con el Gobierno.