Actualizado 07/01/2013 08:32

Chile.- El Gobierno evalúa decretar el estado de excepción en La Aracaunía


SANTIAGO, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Chile está evaluando decretar el estado de excepción en La Aracaunía ante los últimos enfrentamientos en la región con el objetivo de evitar un posible estallido de violencia en una zona de conflicto mapuche tras la muerte de un empresario agrícola y de su mujer en un ataque presuntamente ejecutado por indígenas mapuches.

"No vamos a renunciar a la utilización de ninguna medida, ninguna acción que la Constitución, la ley y el Estado de Derecho nos posibilite. La vamos a ir viendo, estudiando y evaluando de acuerdo a las condiciones y circunstancias que se vayan dando", ha dicho el ministro de Interior chileno, Andrés Chadwick.

El estado de emergencia puede ser decretado directamente por el presidente y tiene una duración de 15 días, aunque el Congreso puede aprobar una prórroga. La medida restringiría las libertades de movimiento y reunión.

Asimismo, este mismo domingo el Gobierno ha nombrado al tercer hombre del Alto Mando de carabineros, Carlos Carrasco, como "total responsables de las acciones" que se aplicarán en la zona. Chadwick ha resaltado que "bajo su responsabilidad quedará todo el tema de la acción y violencia terrorista, tanto en la VIII, IX y Región de los Ríos".

En La Araucanía se encuentran desplazados más de 400 funcionarios carabineros, lo que, según Chadwick, supone que esta región tenga la "mayor concentración de carabineros" del país.

De momento, las autoridades han detenido a un sospechoso al que localizaron a 1,5 kilómetros de la vivienda del matrimonio fallecido y que logró escapar inicialmente de un tiroteo con las fuerzas de seguridad.

Dicho ataque coincidió con el quinto aniversario de la muerte del comunero mapuche Matías Catrileo, abatido por un carabinero en una finca propiedad de un primo de Werner Luchsinger, lo que vuelve a poner de manifiesto la tensión que persiste en la zona por el control de las tierras y que enfrenta a propietarios, indígenas y fuerzas de seguridad.

El Gobierno teme que este ataque sea el comienzo de una escalada de la violencia en La Araucanía y, abiertamente preocupado, el presidente del país, Sebastián Piñera, ha admitido que este tipo de violencia "afecta a todo el país y causa un daño gigantesco".