Actualizado 17/12/2013 21:02

Chile.- La hermana del cura Woodward, represaliado por Pinochet, reclama que Chile conozca "la verdad"

Familiares de presos en una cárcel de Chile
AMNISTÍA


MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

Patricia Bennets, hermana del sacerdote católico de origen inglés Miguel Woodward, torturado y asesinado durante la dictadura de Augusto Pinochet, ha reclamado que la sociedad "sepa la verdad" del golpe y de las represalias del régimen contra los opositores, al tiempo que ha reclamado que la derecha chilena reconozca las violaciones de Derechos Humanos que se produjeron.

Woodward fue secuestrado y torturado por las autoridades militares en el buque Esmeralda de la Armada de Chile --uno de los centros de tortura del régimen-- durante la dictadura de Augusto Pinochet. Nunca se llegó a recuperar su cuerpo.

La hermana del sacerdote Woodward, a quien recuerda como una persona de marcadas ideas izquierdistas que trabajó "con, por y para los pobres", ha indicado en declaraciones a Europa Press que su objetivo a día de hoy es conseguir que "en Chile se sepa la verdad", sin importar los escasas que puedan llegar a ser las penas, ni el grado de implicación de los que participaron.

En plenos festejos del cumplimiento de 40 años desde el golpe militar que depuso a Salvador Allende en 1973, Bennets ha considerado que tales actos "no están siendo aprovechados de la manera correcta", pues responden al interés de "tratar de acabar con las heridas" de cualquier manera. "La sociedad chilena sigue estando dividida y su solución no está nada clara", lamentó.

"Es cierto que la izquierda, aunque dividida, siempre se ha posicionado a favor de las víctimas. Sin embargo, existe en Chile una derecha recalcitrante que apoya el golpe y no reconoce las graves violaciones de los Derechos Humanos que se cometieron, con el impedimento que eso supone para la unidad nacional", ha apostillado.

Ante las recientes excusas públicas de diferentes organismos que estuvieron implicados de alguna manera en la dictadura, Bennets ha explicado que las disculpas llegan tarde y mal, llegando a ser incluso "muy decepcionante" la actitud y la forma de actuar del sistema judicial.

IGLESIA

El marcado ideario de izquierdas de su hermano, cercano al de Salvador Allende, acabó por pasarle factura ante las altas autoridades eclesiásticas de Valparaíso, las cuales se empeñaron en dañar su nombre e imagen una vez fue asesinado. Sin embargo, Bennets guarda un grato recuerdo de esa Iglesia de base, de a pie, de "los curas de izquierdas", que siempre apoyaron a su hermano y a la causa que ella lleva defendiendo todos estos años junto a su marido.

Varios años de lucha no le han hecho perder la esperanza, aunque sí reconoce sentirse "frustrada y extresada". "Aferrada a la verdad y a que ésta vea la luz", confía en saber por fin donde descansan los restos mortales de su hermano.

"Hemos vivido momentos emotivos y otros de un letargo tremendo. La Corte Judicial de Valparaíso está muy influenciada por el poder de la Armada, lo que ha dificultado tremendamente todos los procesos. Estamos por ello trabajando en una memoria que recoja todo lo sucedido y que explique de alguna manera todo lo que no se hizo para destapar la verdad", apuntó.

No obstante, son muchas las personas que conocen este proceso y le animan a que siga adelante. "Existe un enorme interés personal por la situación actual del caso de mi hermano. Era una persona conocida y querida por todo lo que hizo en la región", ha aseverado.

Colaboradora de Amnistía Internacional desde la década de los 70, Bennets, ahora retirada de la organización, lleva todos estos años "trabajando por la verdad" y para que se haga justicia con su hermano y con todos aquellos a los que la historia reciente de Chile les trató injustamente.