Actualizado 06/07/2009 23:20

Chile inicia contactos con mandatarios Unasur por Honduras

MONTEVIDEO (Reuters/EP) - El Gobierno de Chile, que ocupa la presidencia pro tempore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), mantendrá el lunes contactos con mandatarios de la región para colaborar en la solución de la crisis política de Honduras, dijo el canciller chileno.

La semana pasada, militares encabezaron un golpe de Estado contra el presidente hondureño, Manuel Zelaya, quien fue secuestrado y expulsado de la nación.

"La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, está iniciando hoy día lunes algunas ruedas de conversación con los presidentes para ver si en esta crisis la Unasur puede contribuir de alguna manera a la solución mediante la OEA", dijo el canciller Mariano Fernández a periodistas en Montevideo.

La Organización de Estados Americanos (OEA) abogó por el regreso pacífico de Zelaya al país centroamericano.

El secretario general del organismo, José Miguel Insulza, intentó sin éxito que el Gobierno interino devolviera el poder a Zelaya, y el jefe de la ONU, Ban Ki-Moon, pidió el lunes a la OEA liderar esfuerzos en solucionar la crisis.

"La situación es que hemos empezado a ver señales de que los golpistas estarían disponibles a algún tipo de negociación en el marco de la OEA con el objeto de salir de esta crisis", comentó el funcionario a un canal de televisión de Uruguay, donde está en una visita oficial.

Zelaya intentó retornar el domingo a su país, pero los soldados se lo impidieron.

En las afueras del aeropuerto donde se esperaba la llegada del derrocado mandatario hubo enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y seguidores de Zelaya, y una persona resultó muerta.

"Estamos disponibles a prestar toda la colaboración necesaria a la Secretaría General de OEA para que esto avance y encontremos una solución acorde", comentó Fernández.

"Es muy difícil (...) profetizar, ojalá logremos una salida pronta que signifique en lo básico la restauración de la democracia en Honduras", agregó.

Zelaya fue expulsado de Honduras el 28 de junio, día que tenía previsto convocar a una consulta popular que habilitaría el camino para su reelección.