Actualizado 01/06/2007 09:34

Chile/Noruega.- Bachelet pidió en Noruega un esfuerzo mundial para enfrentar la globalización con mayor equidad


SANTIAGO, 1 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, dijo la tarde de este jueves en Noruega que frente a un mayor protagonismo de las dimensiones negativas de la globalización, es preciso establecer acuerdos internacionales construidos democráticamente y dotados de suficiente legitimidad para dar cuenta de los temas donde las grandes potencias o las posiciones polarizadas no permiten avanzar, en cuyo marco destacó la necesidad de fortalecer y reformar las instituciones multilaterales.

Asimismo, indicó que, a pesar de que la globalización ha generado un periodo sin precedentes de crecimiento en la economía mundial, los beneficios de este crecimiento "no se están distribuyendo de manera equitativa".

Prueba de ello, señaló, es que más de 840 millones de personas sufren hambre en el mundo y más de 24.000 de ellas mueren cada día. En esta misma línea, recordó que en América Latina, a pesar de cierta mejora en los indicadores de Desarrollo Humano, unos 205 millones de personas --más del 40 por ciento de la población-- continúan viviendo en la pobreza.

En este sentido, planteó la necesidad de trabajar juntos en lo que definió como el único camino posible: el fortalecimiento y la reforma de las instituciones multilaterales. Manifestó que ello no se contrapone a otras reformas que contribuyen a la buena marcha económica y el bienestar de nuestros pueblos. Puso como ejemplo el caso chileno, donde se busca combinar el crecimiento económico con la inclusión social y el progreso con la justicia social.

La presidenta Bachelet afirmó que "el comercio justo es un imperativo de la era de la globalización, razón por la cual la Ronda de Doha está llamada a transformarse en una ronda prodesarrollo".

En medio del último día de su visita de Estado de 48 horas al país nórdico, la médico socialista ofreció una charla sobre 'Globalización, Equidad, Paz y Seguridad Internacional' en el Instituto Nobel de Oslo.

Acompañada por su comitiva, integrada por los ministros de Asuntos Exteriores, Alejandro Foxley, y de Economía, Alejandro Ferreiro; diputados y senadores del oficialismo y la oposición, empresarios y funcionarios de organismos gubernamentales, Bachelet recorrió esta institución fundada en 1904 y que entrega cada año el Premio Nobel de la Paz, uno de los más importantes del mundo.

Posteriormente, participó en un encuentro en el que destacó que los principales desafíos globales no son abordables sin un esfuerzo concertado de todos los países.

Al respecto, recalcó el compromiso de Chile con los esfuerzos globales para encarar los problemas internacionales y subrayó que pese a la lejanía, a ser un país de tamaño medio y no una gran potencia económica, ha estado presente en las grandes causas del mundo.

En este sentido, recordó los esfuerzos desplegados por Chile para aportar en áreas tan diversas como los derechos humanos, el desarrollo de la democracia, la pobreza, el combate del sida y el hambre o por establecer un comercio justo y, sobre todo, su ilimitado apego al anhelo de construir un sistema internacional cada vez más poderoso, basado en reglas claras e instituciones sólidas.

Durante la actividad, la jefa de Estado sostuvo que el sistema internacional transita hoy por una etapa compleja y aseveró que no existe posibilidad de encarar los desafíos de la humanidad si no es mediante el desarrollo de normas y acuerdos internacionales construidos democráticamente, dotados de suficiente legitimidad y orientados a generar los bienes públicos necesarios para responder a los grandes dilemas de nuestro tiempo.

Indicó que este llamado es urgente, dado que las dimensiones negativas de la globalización han ido adquiriendo un mayor protagonismo y, con ello, hacen perder a nuestros pueblos su enorme potencial de beneficios.

ANTIGUAS LÓGICAS DE PODER

En su intervención, ante más de un centenar de asistentes y que se extendió por cerca de una hora, la presidenta Bachelet destacó que las antiguas lógicas de poder ya no sirven para resolver los principales problemas contemporáneos, pero sostuvo que tampoco se ha consolidado un orden alternativo que garantice la necesaria gobernabilidad que requiere el mundo. Además, dijo que ha existido una débil y limitada voluntad política para construir acuerdos.

Agregó, en este contexto, que países como Noruega y Chile están llamados a jugar un papel activo en la búsqueda de acuerdos allí donde las grandes potencias o las posiciones más polarizadas los hacen más difíciles. En este sentido, planteó la necesidad de trabajar juntos en lo que definió como el único camino posible: el fortalecimiento y la reforma de las instituciones multilaterales.

Manifestó que ello no se contrapone a otras reformas que contribuyen a la buena marcha económica y el bienestar de nuestros pueblos. Puso como ejemplo el caso chileno, donde se busca combinar el crecimiento económico con la inclusión social y el progreso con la justicia social.

La presidenta Bachelet afirmó que el comercio justo es un imperativo de la era de la globalización, razón por la cual la Ronda de Doha está llamada a transformarse en una ronda prodesarrollo.

MEDIO AMBIENTE

Del mismo modo, aludió a los desafíos medioambientales que están por abordar, y señaló que por ejemplo los esfuerzos que realizan en conjunto los países en los próximos diez a veinte años, tendrá un impacto decisivo en lo que suceda con el cambio climático durante el siglo XXI.

Agregó, además, que la globalización ha creado una nueva agenda de seguridad de alcance global. El terrorismo, el crimen organizado, el comercio ilegal de personas, armas y drogas, así como del lavado de dinero necesario para financiar estos ilícitos, no tienen fronteras.

En este contexto, recalcó que los desafíos son enormes y sostuvo la necesidad de que se cumplan los acuerdos trazados en los temas más apremiantes. A modo de ejemplo, recordó que la Cumbre del Milenio pudo definir un conjunto de objetivos importantes en el ámbito de la lucha contra la pobreza y el subdesarrollo, sin embargo, dijo que donde la tarea debería ser más sencilla, no todos están respondiendo.

A pesar de lo anterior, destacó las acciones que llevan adelante diversos países frente a estos temas. Como ejemplo, dijo que luego de poner en marcha un impuesto a los billetes de avión, este año se logró iniciar la distribución de medicamentos a cientos de miles de niños en todo el mundo a través de UNITAID y señaló que hacia adelante es necesario establecer objetivos más ambiciosos.

Finalmente, la mandataria reiteró su voluntad y la decisión de su Gobierno para aportar a las grandes causas de la humanidad como siempre lo ha hecho y manifestó que países lejanos y no tan grandes como Chile y Noruega están llamados a aportar en estas tareas.

Luego de esta actividad, la jefa de Estado asistió a una cena oficial ofrecida en su honor por el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, la que se desarrolló en el Castillo de Akerhus en Oslo. Posteriormente se dirigió junto a su comitiva al aeropuerto de Gardemoen, desde donde inició su viaje con destino a Suiza, último destino de la gira internacional que ha incluido Noruega y Finlandia.