Actualizado 20/05/2011 23:15

Chile.- La Policía podrá volver a utilizar gases lacrimógenos porque no representan un peligro para la salud

SANTIAGO, 20 May. (EUROPA PRESS) -

Las fuerzas de seguridad de Chile podrán utilizar gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes puesto que no representan un peligro para la salud, según ha informado el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.

De esta manera, la medida anunciada por el Gobierno el martes para prohibir el uso de gases lacrimógenos en las manifestaciones ha sido derogada este viernes.

Los estudios encargados por el Ministerio de Sanidad concluyeron que estos gases no revisten un peligro para la salud, como habían advertido sectores opositores basándose en un informe de un experto en toxicología de la Universidad de Chile.

En este sentido, se podrán volver a utilizar los disuasivos químicos en las manifestaciones convocadas para este sábado en Valparaíso y Santiago.

El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, confirmó la derogación de esta medida. "Los gases lacrimógenos que emplean los Carabineros de Chile, en la concentración empleada, que es de 0,4 milígramos por metro cúbico, no tiene efecto abortivo ni causa daño a la salud de las personas", afirmó el ministro, puntualizando que ese mismo elemento es usado por "prácticamente todas las policías del mundo".

"En consecuencia, perfectamente pueden y deben ser utilizados para resguardar el orden público frente a disturbios y manifestaciones violentas", afirmó el ministro en declaraciones recogidas por el diario 'El Mercurio'.

Hinzpeter explicó que el Gobierno se formó dicha convicción a través de distintas fuentes de información como un estudio encargado al Ministerio de Sanidad, un informe de la Federación de Científicos de Estados Unidos y un estudio de un organismo norteamericano, equivalente a la Asociación Chilena de Seguridad.

Asimismo, el ministro informó de que le solicitaron a la compañía que produce los gases lacrimógenos que les extienda un certificado que acredite que "en su utilización durante más de 60 años continuos no se han producido efectos abortivos ni daños para la salud".