SANTIAGO, 3 Ene. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
En una votación dividida, con 14 votos a favor, uno en contra y seis abstenciones, el Senado de Chile acordó enviar su más "enérgica protesta" el Gobierno de Estados Unidos por su decisión de continuar la construcción de un muro en su frontera con México.
La decisión fue adoptada tras aprobar un proyecto de acuerdo presentado por los senadores del oficialismo de centro izquierda Jaime Naranjo y Pedro Muñoz, en el que se pide a la presidenta, Michelle Bachelet, que haga llegar la molestia a Washington.
La Comisión de Relaciones Exteriores dejó constancia de que sería poco conveniente abordar un asunto de carácter bilateral entre Estados Unidos y México, pues se contrariaría un principio básico
de la política exterior, la no intervención en asuntos internos.
Los legisladores que presentaron el proyecto de acuerdo fundamentaron la protesta en que, a su juicio, la construcción del muro es "una ofensa para la humanidad".
En lo fundamental, los senadores aprobaron pedir a Bachelet que instruya al ministro de Asuntos Exteriores, Alejandro Foxley, para que, en representación del Senado, haga llegar la protesta al gobierno, a la Cámara Alta y a la Cámara de Representantes.
Asimismo, pide que se suspendan las obras de construcción de dicho
muro, pues implica "un agravio para todos los latinoamericanos", y que se respalden todas las reclamaciones que autoridades mexicanas o de otros países de América Central realicen ante la Organización de Naciones Unidas y sus organismos de Derechos Humanos.
Los legisladores que apoyaron la moción dijeron que la
construcción de este muro, el cual afecta principalmente a personas de origen latino, "sólo puede entenderse como una medida racista, que vulnera diversos convenios y tratados suscritos en materia de Derechos Humanos por la comunidad internacional".
Producto de la gran migración que ha habido en las últimas décadas
hacia Estados Unidos, dicho país inició, en 1994, la construcción de
un muro en su frontera con México, en el marco de la denominada
'Operación Guardián'.
Dicha decisión fue recientemente confirmada mediante la resolución
6061 aprobada por la Cámara de Representantes y el Senador de Estados
Unidos, y además fue firmada por el presidente George Bush el 26 de
octubre de 2007.
En lo fundamental, se tiene contemplado construir este muro a lo largo de 1.125 kilómetros, existiendo ya tramos en ciudades como Tijuana, San Diego y en Estados Unidos, en Arizona, Nuevo México y Texas.