BOGOTÁ, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitirá el próximo 19 de noviembre su fallo sobre el litigio entre Colombia y Nicaragua por varios archipiélagos del mar Caribe, según ha informado el Ministerio de Exteriores de Colombia en un comunicado.
El conflicto se refiere a los archipiélagos de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y al Cayo Quitasueños, que se encuentran en la frontera marítima entre ambos países, por lo que tanto Managua como Bogotá reivindican su soberanía.
Colombia se basa en el tratado bilateral Esguerra-Bárcenas, que le atribuye la soberanía de todas las islas situadas al este del meridiano 82. Sin embargo, Nicaragua considera que este acuerdo es nulo, porque fue firmado en 1928, durante la ocupación de las tropas estadounidenses.
En 2001, Managua trasladó el conflicto a CIJ. Seis años después, el alto tribunal se declaró competente para conocer la diputa territorial y reconoció la soberanía colombiana sobre las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Así, el litigio se centra ahora en el Cayo Quitasueños, un islote ubicado en el Caribe y administrado por Colombia como parte del departamento de San Andrés y Providencia, que supone un gran aporte para el territorio marítimo del país iberoamericano.
Históricamente, han reivindicado su soberanía Estados Unidos, que en 1972 renunció a sus aspiraciones sobre el Cayo Quitasueño mediante la firma del acuerdo de Vázquez-Saccio, y Nicaragua, que todavía reclama para sí el territorio caribeño.
El último incidente en torno al islote se vivió el pasado 12 de octubre, cuando una embarcación nicaragüense se adentró en sus aguas para llevar a cabo tareas de investigación científica, por lo que rápidamente fue rodeada por buques de guerra colombianos y apremiado a abandonar la zona.
Entonces, el país centroamericano acusó a su vecino de "violar la soberanía nicaragüense", calificando el despliegue de la Armada colombiana de "muestra inamistosa que violenta los principios de la convivencia internacional y en nada abona las relaciones entre los países de la región".
En respuesta, Bogotá envió una nota de protesta a Managua por la incursión territorial, atribuyéndola a "un acto de desesperación de Nicaragua en vísperas del fallo de la CIJ", al tiempo que defendió la actuación naval, asegurando que fue "pacífica y respetuosa".