Actualizado 23/10/2007 18:23

Colombia.- Condenan a 40 años a Salvatore Mancuso y Carlos Castaño por el asesinato en 2001 de dos sindicalistas


BOGOTÁ, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los ex líderes de los paramilitares, Salvatore Mancuso y Carlos Castaño fueron condenados por el Consejo Superior de la Judicatura a 40 años de prisión por el asesinato de dos sindicalistas en 2001, según informaron fuentes judiciales, que añadieron que con ellos también fue sentenciado otro paramilitar desmovilizado, Uber Enrique Bánquez.

Además de una pena de prisión de 40 años, Mancuso y Castaño deberán pagar a los familiares de las víctimas una indemnización de casi 4.300 millones de pesos colombianos (1,50 millones de euros) por daños y perjuicios, según dictó el tribunal.

Según el Consejo de la Judicatura, los tres fueron encontrados responsables del secuestro y asesinato del presidente de la oficina regional de la Unión Sindical Obrera (USO) de la Empresa colombiana de petróleos (ECOPETROL) en Cartagena de Indias, Aury Sará Marrugo, y Enrique Arellano Torres, su chófer y escolta.

El dirigente sindical y su conductor fueron secuestrados el 30 de noviembre de 2001 en Cartagena de Indias. El 3 de diciembre del mismo años, los paramilitares reivindicaron su responsabilidad en el homicidio y acusaron a las víctimas de pertenecer a grupos guerrilleros. Los cadáveres fueron encontrados dos días después en la zona rural de Mahates, localidad del departamento de Bolívar.

Según indicó el Consejo de la Judicatura, el fallo fue adoptado por uno de los dos juzgados dedicados a descongestionar la justicia y que fueron creados el pasado mes de junio para investigar casos criminales contra los sindicalistas.

"Estos lamentables hechos revelan una vez más la grave situación de violación de derechos humanos contra el movimiento sindical colombiano", agregó el juzgado, y observó que muestran "una inocultable ola de violencia contra los trabajadores sindicalizados" en el país, "dentro de un conflicto armado difuso".

Mancuso y Castaño fueron los líderes del mando central de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que a mediados del año pasado anunciaron su disolución dentro de un proceso de paz al que llegaron con el gobierno del presidente Álvaro Uribe y que les obligó entre otras cuestiones a desarmarse a más de 31.000 paramilitares.

Castaño murió en abril de 2004 en un ataque y Salvatore Mancuso permanece en la cárcel de seguridad cercana a la ciudad colombiana de Medellín.