El encuentro tendrá lugar en la ciudad fronteriza colombiana de Ipiales
QUITO, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores ecuatoriano, Fander Falconí, admitió este martes la posibilidad de abordar con su homólogo colombiano, Jaime Bermúdez, la extradición del ex ministro de Defensa colombiano Juan Manuel Santos en la reunión que ambos mantendrán en la frontera con el objetivo de avanzar hacia la normalización de las relaciones entre ambos países.
"Este es un punto de disenso y la lógica es que lo tratemos en el marco de las consideraciones sensibles. Lo que nosotros no podemos hacer como gobierno es desconocer el ámbito de la independencia judicial dentro del poder del Estado", admitió Falconí, citado por la agencia bolivariana de noticias.
La Justicia ecuatoriana ha solicitado la extradición de Santos al considerle responsable del bombardeo que el Ejército colombiano perpetró el 1 de marzo de 2008 contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano, operación que provocó la ruptura de relaciones entre Quito y Bogotá.
Representantes de ambos países acordaron este martes que los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países mantendrán su segunda reunión bilateral este viernes en el hotel Mayasquer, en la ciudad colombiana de Ipiales, próxima a la frontera con Ecuador.
En el encuentro, al que asisitirá también el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, se impulsarán tres comisiones de trabajo dedicadas a abordar asuntos de seguridad y criminalidad, otra sobre asuntos ligados a la frontera común y la tercera sobre cuestiones sensibles que han planteado ambos países.
LOS COMPROMISOS
En los márgenes de la Asamblea General de la ONU, los presidentes de Colombia y Ecuador, Alvaro Uribe y Rafael Correa, respectivamente, acordaron reanudar su diálogo bilateral con el objetivo de avanzar hacia la normalización de sus relaciones el pasado 24 de septiembre.
Bogotá y Quito pactaron entonces un acuerdo de once puntos que, entre otros, preveía que ambos países designaran, en un plazo de 15 días, a sus encargados de negocios, lo que supondrá el primer paso formal en la restauración de las relaciones políticas y paso previo al nombramiento de sus respectivos embajadores.
En virtud del acuerdo, Bogotá se comprometió de forma expresa a no realizar operaciones militares en territorio de Ecuador, mientras que Ecuador hizo hincapié en que no tolerará la presencia de grupos guerrilleros ilegales en su territorio. El acuerdo pactado preveía asimismo la inmediata reactivación de los mecanismos de la Comisión Binacional de Frontera (Combifron) entre ambos países.
Quito advirtió, sin embargo, que de no respetar la inviolabilidad de su territorio, cualquier ataque de Colombia "será repelido, de ser necesario, por la fuerza".
Falconí anunció además el pasado 30 de septiembre un acuerdo por el que Bogotá se abstendría de relacionar al Gobierno ecuatoriano con las FARC y otros grupos guerrilleros.