Actualizado 01/11/2006 06:21

Colombia.- Las FARC reiteran su intención de intercambiar a rehenes secuestrados por insurgentes presos


BOGOTÁ, 1 Nov. (EP/AP) -

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron el martes su "determinación" de intercambiar políticos, policías y militares en su poder por insurgentes presos en cárceles colombianas. Así, las FARC reiteran su voluntad de realizar el cambio, al tiempo que acusaron al presidente colombiano, Álvaro Uribe, de haber dado un "portazo" y de poner un "pretexto" para no negociar.

"Cuando la guerrilla ya estaba lista para el canje y hacía presencia en Florida y Pradera, a Uribe le entró el desespero por echarse atrás", dijo Iván Márquez, miembro de la cúpula de las FARC a través de un comunicado.

El comandante guerrillero llamó "presidente bocón" a Uribe porque se cree capaz de "derrotar a la insurgencia con adjetivos e improperios, cuando no pudo hacerlo con el plan Patriota", una vasta ofensiva militar lanzada por el gobierno con apoyo estadounidense.

Márquez desvincula a su organización del coche bomba que explotó el 19 de octubre en un complejo militar de Bogotá, a pesar de que Uribe atribuyó a esa afrenta su decisión de cerrar de un portazo los acercamientos con las FARC en pos del canje humanitario.

Esa decisión del presidente frustró las expectativas de los familiares de los 58 rehenes, entre los que se cuentan políticos, militares, policías y tres estadounidenses, creadas por un alentador intercambio de mensajes entre el gobierno y la guerrilla.

Márquez dijo que pese al clima tenso que vive el país, que incluye una ofensiva de las FARC en el norte del país, "el canje de prisioneros es una decisión de las FARC. Nuestra voluntad política para pactar el acuerdo humanitario permanece intacta".

COORDINADORA DEL ACUERDO HUMANITARIO

Por la mañana, dos ex presidentes, numerosos familiares de los secuestrados, académicos, legisladores oficialistas y de la oposición, conformaron una "coordinadora del acuerdo humanitario" con el propósito de "mantener permanente el tema del acuerdo humanitario" en la agenda política del país.

El ex presidente Ernesto Samper, que con Alfonso López Michelsen impulsa la coordinadora, expresó a la AP que "el presidente coloca al país frente a un falso dilema y es intercambio humanitario o seguridad democrática. No creemos que haya una contradicción en estos dos términos".

El alcalde de Bogotá, Luis Garzón, expresó en rueda de prensa que "el escenario de la histeria por la guerra no puede ser el común denominador de los colombianos el acuerdo humanitario es de alguna manera un oasis en el desierto".

La presidenta del Senado, Dillian Francisca Toro, partidaria de Uribe, expresó que "no compartimos la posición de que el acuerdo humanitario se frustrara en ese momento (del atentado) que dejaran de ver las conversaciones entre el delegado del presidente y las FARC". "Nos esmeramos por generar algo que nos parece importante. Aquí hay voluntad política pero no hay confianza, queremos generar esa confianza en las dos partes", añadió.

Anunció que está lista una misión médica que en los próximos días visitará seis cárceles del país para verificar el estado de salud de los guerrilleros, en un gesto unilateral que pretende que las FARC acepten también un chequeo de los secuestrados.