BOGOTÁ, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Juan Manuel Santos está a la espera de que la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregue las coordenadas de los lugares en los que entregará a los cinco secuestrados que se comprometió a liberar el pasado diciembre.
Eduardo Pizarro, portavoz del Ejecutivo en este proceso, ha asegurado este martes que "en estos momentos el balón se encuentra en el campo de las FARC" en lo que se refiere al operativo humanitario que encabezará la ex senadora colombiana Piedad Córdoba y en el que participará la Cruz Roja y el Gobierno de Brasil.
"Estamos esperando las coordenadas para la liberación por parte de la guerrilla", ha afirmado Pizarro, horas antes de asistir a una reunión con miembros de la Cruz Roja para definir la logística y los protocolos de seguridad del operativo.
Las FARC anunciaron el 8 de diciembre la liberación del mayor de la Policía Guillermo Solórzano, el cabo del Ejército Salín Sanmiguel y el infante de Marina Henry López Martínez, además de los concejales Marcos Vaquero y Jorge Armando Acuña, todos ellos secuestrados en diferentes hechos ocurridos entre 2007 y 2010.
Aunque la guerrilla no ha dado detalles sobre las liberaciones, Pizarro ha dicho que las entregas se realizarán en varios puntos de la selva colombiana y se llevarán a cabo en diferentes etapas en un plazo máximo de dos semanas.
POSIBLE DIÁLOGO
La organización Colombianas y Colombianos por la Paz, que preside Córdoba, espera que la entrega de estos cinco secuestrados suponga el comienzo de un eventual diálogo entre las FARC y el Gobierno de Santos con miras a un acuerdo de paz en ese país sumergido en un conflicto armado desde hace más de cuatro décadas.
El director del semanario 'Voz' y miembro de esa organización, Carlos Lozano, aspira que "esta liberación abra las puertas para una liberación de todos los secuestrados", pues considera que "todo está dado para que una vez se logre el resultado satisfactorio y se creen las condiciones hacia un proceso de paz".
Las FARC tienen en su poder a una veintena de uniformados que pretenden intercambiar por guerrilleros presos en el marco de un eventual canje humanitario. Algunos de los rehenes llevan más de una década en su poder.
La última entrega unilateral tuvo lugar el pasado marzo cuando los rebeldes liberaron al militar Josué Daniel Calvo y al cabo Pablo Emilio Moncayo, este último tras más de 12 años de cautiverio. En ese momento los guerrilleros advirtieron de que no entregarían a más secuestrados hasta que el Gobierno no autorizase el intercambio humanitario.
En los últimos tres años un total de 14 rehenes --ocho políticos y seis militares y policías-- han sido entregados mediante operativos humanitarios encabezados por Córdoba, que han contado con la colaboración de la Iglesia Católica y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).