Publicado 04/04/2016 18:30

Colombia registra más de 2.000 víctimas mortales por minas antipersona en 25 años

Señal de advertencia por minas antipersona en Colombia
FREDY BUILES / REUTERS

Colocar una mina cuesta menos de dos euros, desactivarla 700

MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

En los últimos 25 años, Colombia ha registrado 11.408 víctimas por minas antipersona, en el contexto del enfrentamiento entre el Gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Se trata del segundo país con más muertes por este tipo de explosivos con un total de 2.238 víctimas mortales, solo por detrás de Afganistán, ha informado en un comunicado la ONG Alianza por la Solidaridad.

En la celebración del Día Mundial para la Sensibilización contra las Minas Antipersona, Colombia ha contabilizado entre 1990 y febrero de este año cerca de 33.500 incidentes con minas y hallazgos de municiones sin explotar.

"La existencia de minas antipersona es uno de los graves problemas generados por el conflicto armado en este país desde hace más de medio siglo y afecta sobre todo a la población que vive en las comunidades rurales", ha denunciado la ONG.

Las dos últimas víctimas, de 9 y 10 años, fallecieron hace menos de un mes, tras manipular una mina que encontraron camino de la escuela en el municipio rural de Tumaco (Nariño). Según la organización, los artefactos están escondidos entre la vegetación, fuera de los caminos, y suelen llamar la atención de los menores.

Aunque el acuerdo de paz suscrito entre la guerrilla y el Ejecutivo del presidente colombiano, José Manuel Santos, menciona un programa de desminado para retirar todos los artefactos explosivos "ilícitos"; el Gobierno estima que el proceso se prolongue durante al menos una década, pues hay minas sembradas en 688 de los 1.132 municipios existentes. Además, estimaciones oficiales elevan los costes del programa a más de 175 millones de euros, pues, aunque colocar una mina cuesta 1,80 euros, desactivarla requiere unos 700.

Alianza por la Solidaridad ha subrayado que las autoridades deben tener también en consideración "el efecto indirecto" que generan las minas antipersona en el interior de las comunidades rurales, dado que afectan a sus "actividades económicas", y por ende a "su desarrollo personal, social y económico". En este sentido, la ONG desarrolla, entre otros, programas de educación y sensibilización en las escuelas para prevenir el riesgo de las minas.