Actualizado 14/08/2015 11:47

Santos confiesa que ahora no autorizaría un ataque contra 'Timochenko'

BOGOTÁ, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha confesado este jueves que en estos momentos no autorizaría un ataque contra el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverri, alias 'Timochenko', para no perjudicar el proceso de paz.

   Al ser interrogado en una entrevista concedida a la emisora colombiana RCN sobre si daría luz ver a un ataque militar contra 'Timochenko' en el caso de que fuera localizado, Santos ha sido tajante: "yo creo que a estas alturas no".

   Además, el jefe de Estado ha aprovechado para aclarar que desconoce el paradero de 'Timochenko', si bien ya no está en Cuba porque, según ha indicado, no ha vuelto a autorizar más viajes del líder insurgente a la isla caribeña.

   Santos también ha confesado que está dispuesto a reunirse con el jefe de la guerrilla. "No tendría ningún problema", ha dicho. "Bien sea para acelerar, bien sea para rematar (el proceso de paz). Lo que me interesa es finiquitar este conflicto lo más pronto posible", ha explicado.

   A este respecto, ha abogado por acelerar el "desescalamiento del conflicto" para lo cual ha mencionado los "gestos" que tanto las FARC como el Gobierno han hecho en los últimos meses con una tregua, en el caso de la primera, y el cese de los bombardeos, en el segundo.

   Santos ha indicado que otros "gestos" de las FARC que podrían ayudar a poner fin al conflicto son "devolver a todos los niños, hacer más desminado y salir a pedir perdón". "Son muchas cosas las que pueden y deben hacer", ha recalcado.

   Sobre las cuestiones pendientes, ha insistido en que el Gobierno está trabajando en una justicia transicional "que satisfaga al mundo entero". "Les hemos dicho muy claro a las FARC que debe haber justicia con penas", ha dicho, aunque matizando que no necesariamente deber ser cárcel.

   El jefe de Gobierno ha recalcado que "estamos cerca" del final de una guerra que ha desangrado a Colombia durante más de 50 años y que ha dejado unos 300.000 muertos y unos seis millones de desplazados internos.