Confiesa que al exmandatario no le gusta que tenga buenas relaciones con Chávez y Correa
BOGOTÁ, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha revelado que desde hace tres meses su antecesor y aliado político, Álvaro Uribe, no le contesta las llamadas, quizás por las fuertes críticas que el exmandatario ha ventilado en los últimos días contra la política de seguridad del actual gobierno y sus relaciones con Ecuador y Venezuela.
En una entrevista con la BBC, Santos ha desvelado que, en por lo menos dos ocasiones, ha intentado contactar con el exmandatario para celebrar algunos triunfos de su gobierno, sin embargo, su compañero de partido no ha respondido a ninguno de sus mensajes.
"Hace tres meses que no hablo con él", ha asegurado. Una de las llamadas la realizó en octubre cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó el Tratado de Libre Comercio con Colombia. Su intención era celebrar con su antecesor "porque esa fue una obra tanto de él como nuestra, porque le puso mucho empeño, pero no me devolvió la llamada", ha lamentado.
Hace apenas unos días intentó contactar nuevamente con Uribe tras la muerte el pasado 4 de noviembre de Guillermo León Sáenz, alías Alfonso Cano, máximo líder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero tampoco obtuvo respuesta.
Desde hace varios meses, Uribe busca marcar distancia con su predecesor lanzando fuertes críticas hacia el actual gobierno y cuestionando las medidas que se han tomado en torno a la política exterior.
"Como elector de la actual administración, me ofende que su política anticorrupción sea un show contra nuestro Gobierno", escribió en agosto en Twitter, canal donde habitualmente envía duras condenas a Santos y a otros gobiernos.
A pesar de esta actitud, Santos ha asegurado que no ve a Uribe como un opositor y ha aclarado que lo que siente hacia él es "gratitud, respeto y admiración". Sin embargo, ha reconocido que ambos mantienen ciertas "diferencias" pero que no son de "fondo" sino en la "forma de arreglar los problemas".
Una de las estrategias que más habría enfurecido al expresidente es el acercamiento de Santos con los Gobiernos de Hugo Chávez, en Venezuela, y de Rafael Correa, en Ecuador, jefes de Estado con los que Uribe mantuvo intensas confrontaciones durante su mandato.
"A él (Uribe) no le gusta que yo tenga buenas relaciones con Chávez o con Correa, le parece que no es lo apropiado y ahí hay diferencias", ha revelado el mandatario colombiano que asumió el poder en agosto de 2010.
Uribe también se opuso a la Ley de Víctimas que promulgó Santos, la cual reconoce que en Colombia hay un conflicto armado. "Uno no puede negar algo que es evidente. Todo el mundo hablaba del conflicto, pero ¿cómo no vamos a decir que hay un conflicto si es que lo hemos vivido y sufrido por casi 50 años?", ha añadido.
Santos ha explicado que "en términos generales" tiene muchas coincidencias con su antecesor y que su objetivo es evitar que se fomente un clima de hostilidad. "Una pelea con el presidente Uribe no le conviene a nadie" pero "sobre todo no le conviene al país", ha sentenciado.