BOGOTÁ, 28 Mar. (EP/AP) -
El senador colombiano Álvaro Araujo Castro, preso en una cárcel de Bogotá por presuntos nexos con grupos paramilitares, renunció ayer a su investidura con el fin de ser investigado por la Fiscalía General y evitar así la investigación de la Corte Suprema de Justicia.
En una carta enviada al Senado, Araujo presentó su "renuncia irrevocable" al considerar que la Corte Suprema de Justicia ha violado su derecho del debido proceso, razón por la cual su caso pasaría a manos de la Fiscalía General.
La plenaria del Senado aceptó la renuncia de Araujo, quien es investigado por concierto para delinquir agravado y secuestro con extorsión, delito este último en el que también estaría involucrado su padre Álvaro Araujo Noguera, ex gobernador y ex ministro.
Araujo Castro, junto con otros siete congresistas, se encuentra encarcelado desde mediados de febrero en un pabellón especial para funcionarios públicos de la penitencia La Picota, al sur de la capital colombiana.
Su detención, en un exclusivo centro comercial al norte de esta ciudad, precipitó la dimisión de su hermana María Consuelo Araujo, entonces ministra de Asuntos Exteriores colombiana.
El ahora ex senador, en su misiva que fue leída en el pleno del Senado, aseguró que no sentía garantía alguna en su proceso y por ello prefería ser investigado como un ciudadano común y corriente.