BOGOTÁ, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
El expresidente colombiano Álvaro Uribe ha sugerido este lunes al excomisionado de paz Luis Carlos Restrepo pedir asilo político en el país donde se haya refugiado, mientras el ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, le ha exhortado a entregarse para afrentar los cargos en su contra por haber participado en una presunta falsa desmovilización de guerrilleros.
Restrepo debía presentarse este viernes a una audiencia para conocer los cargos que se le imputan, pero el pasado 8 de febrero abandonó Colombia hacia un destino no precisado para evadirse del proceso que comenzó el año pasado.
El escándalo estalló el jueves cuando la Fiscalía emitió una orden de captura contra el excomisionado de paz, después de que el Ministerio de Exteriores confirmara que el exfuncionario de Uribe había salido del país y que no tenía conocimiento sobre su paradero.
Restrepo es víctima de "una persecución por parte de una de las ramas del Estado", por tanto una solicitud de asilo político "procede", ha asegurado Uribe, en declaraciones a la emisora local La W Radio, sin precisar si conoce el paradero del excomisionado.
Esguerra, en cambio, considera que Restrepo debe regresar a Colombia para hacer frente a los cargos que se le imputan. "Creo que todo colombiano que sea requerido por la Justicia debe tener las garantías consagradas en la Constitución y en el ordenamiento legal", ha enfatizado.
El excomisionado, según Esguerra, tiene derecho al "debido proceso, a la defensa, oportunidad de tener un abogado y de ser escuchado, además de pedir que sean practicadas las pruebas necesarias".
La Fiscalía imputó en ausencia a Restrepo por los delitos peculado por apropiación, fraude procesal, fabricación y porte de armas de fuego y municiones, y prevaricación por acción.
Restrepo, expresidente del gobernante Partido de La U, está vinculado a una presunta falsa desmovilización de 62 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pertenecientes al bloque Cacica La Gaitana.
Los hechos tuvieron lugar en marzo de 2006, cuando un grupo de guerrilleros depuso las armas en un acto público en el departamento de Tolima (oeste). Sin embargo, declaraciones de dos rebeldes apuntan a que todo habría sido un montaje y que muchos de ellos recibieron hasta 500.000 pesos (196 euros) que utilizaron para comprar más armas, pero además aseguraron que Restrepo estaba al tanto de lo ocurrido.