Actualizado 04/12/2009 22:46

Colombia/Venezuela.- Chávez rechaza las críticas de Bogotá por la expulsión de mineros que están "acabando con la selva"

Tilda de cínico al Gobierno colombiano por considerar que la expulsión viola el Derecho Internacional Humanitario


CARACAS, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente venezolano, Hugo Chávez, criticó este viernes al Gobierno colombiano por la respuesta que ha dado a la reciente expulsión de mineros colombianos que trabajan en la región amazónica venezolana "sin autorización de nadie", "violando todas las leyes" y que están "acabando con la selva" del país vecino.

"Estaban destrozando nuestra selva en el Amazonas para llevarse el oro y el coltán a Colombia y Brasil, y como fueron deportados viene el Gobierno de Uribe y dice que nos va a acusar de violar leyes internacionales cuando son ellos los que las violan", subrayó Chávez en un discurso televisado en la cadena nacional de radio y televisión en un acto del mandatario para anunciar la creación del Servicio Bolivariano de Inteligencia.

Después de que el ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, criticara que la expulsión de los mineros del parque Yapacana viola el Derecho Humanitario Internacional y defendiera su actuación al asegurar que "lo unico que están haciendo es labrar un futuro para sus familias", Chávez consideró que el "cinismo" de Bogotá "no tiene límites".

"Del lado colombiano apoyaban a los mineros para llevarse el coltán, que es un mineral estratégico que ha causado varias guerras en África, sobre todo en el Congo, porque es un superconductor para naves espaciales y cohetes intercontinentales", criticó el mandatario venezolano.

Chávez reconoció que la expulsión de los mineros se hizo "respetando de manera sagrada sus derechos". "No se les atropelló, ni se les llevó a un campo de concentración, ni se les torturó y todo el proceso fue registrado", aseguró el mandatario.

En el parque Yapacana, ubicado en el sureño estado Amazonas y uno de las reservas naturales más importantes de Venezuela, trabajaban de manera ilegal cerca de 1.000 mineros de nacionalidad colombiana, brasileña, ecuatoriana y peruana.