Actualizado 25/01/2018 08:23

Colombia deporta a más de un centenar de venezolanos desde la ciudad fronteriza de Cúcuta

Un grupo de venezolanos duerme a la intemperie en una cancha en Colombia.
REUTERS / CARLOS GARCIA RAWLINS

CÚCUTA (COLOMBIA), 25 Ene. (Reuters/EP) -

Las autoridades colombianas han desalojado este miércoles a primera hora a un grupo de 268 venezolanos que se encontraban en un centro deportivo ubicado en una barriada de la ciudad de Cúcuta, situada en la frontera con Venezuela, y han deportado más de un centenar de personas.

El suceso ha aumentado la tensión en la zona, a la que llegan a diario miles de venezolanos en busca de alimentos, medicinas y mejores oportunidades económicas en el marco de la crisis que sufre el país latinoamericano.

El alcalde de Cúcuta, César Rojas, ha indicado que en la cancha del barrio de Sevilla, donde ha tenido lugar el desalojo, se habían asentado precariamente unas 1.000 personas. No obstante, debido a las protestas de los vecinos de la zona, ka mayoría había abandonado la cancha.

"No se está discriminando a nadie, pero nos están causando una molestia en los sectores residenciales donde ocupan barrios y coliseos y no permiten a los vecinos del sector disfrutar de los espacios públicos (...) Son miles de personas que cruzan a diario y ocupan los andenes", ha aseverado Oscar Gerardino, secretario del Gobierno del departamento fronterizo de Norte de Santander.

Del grupo que fue desalojado sobre las 6 de la tarde (hora local), 218 fueron conducidos al Puente Internacional Simón Bolívar, uno de los puntos de cruce oficial entre las dos naciones.

"Hemos pedido a las personas venezolanas vuelvan a su país voluntariamente. Aquellas personas que ingresan al país con tarjeta fronteriza deben pasar sólo siete días en la ciudad", ha insistido Rojas. Otras 50 personas acudieron a un hotel para ser posteriormente trasladadas a la frontera con Ecuador.

Las autoridades colombianas están estudiando la posibilidad de construir albergues para aquellas personas que lleguen al país, pero continúan a la espera de que Naciones Unidas les brinde su apoyo.

"Estoy cansado de ver niños allí sufriendo. No tienen nada que ver con las políticas de Venezuela. Las señoras embarazadas duermen en situaciones inhumanas", ha sostenido Rojas, que ha explicado que la municipalidad ha creado un censo de las personas que pernoctan en sitios públicos para saber de dónde provienen y en qué situación se encuentran.