Actualizado 29/02/2016 22:40

Colombia responde a Venezuela que pretende "mantener el flujo ordenado" en la frontera

Gobernador de Táchira, optimista a la reapertura de la frontera con Colombia
COLPRENSA

BOGOTÁ, 29 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El Gobierno de Colombia ha explicado este lunes que las medidas adoptadas en la frontera responden al objetivo de "mantener un flujo ordenado", en respuesta a los reproches de Venezuela por las trabas a sus nacionales.

   La Casa de Nariño ha explicado en un comunicado que busca "estrategias a largo plazo para dar soluciones duraderas" a los problemas en la frontera y ha adelantado que va a "seguir trabajando para tener una frontera segura, moderna y beneficiosa para la población".

   En este contexto, el Gobierno de Juan Manuel Santos ha decidido adoptar "medidas migratorias que tienen como objetivo mantener el flujo regulado, seguro y ordenado en los pasos fronterizos", con controles que "respetan la Ley y los Derechos Humanos".

   "Estas medidas hacen parte del marco regulatorio habitual de Colombia y responden enteramente al ordenamiento internacional", ha sostenido. "Por nuestra parte no se repetirán episodios como los que sufrieron los colombianos el año pasado cuando miles fueron expulsados", ha subrayado.

   Colombia ha aclarado que, en consecuencia, mantendrá los controles "para seguir garantizando las condiciones de seguridad y orden en los pasos fronterizos, en estrecha coordinación con las autoridades regionales".

   "Insistimos es que este debe ser un trabajo conjunto con Venezuela para lograr una frontera digna y en paz, que promueva el desarrollo fronterizo integrado, estable y seguro, que abra oportunidades para todos los habitantes de la frontera", ha instado.

   Colombia se ha pronunciado después de que el gobernador del estado venezolano de Táchira, José Vielma Mora, haya acusado a Bogotá de "dar una patada" al Tratado Internacional de Tonchala, que permite la entrada de venezolanos al país vecino con una cédula de identidad.

CRISIS FRONTERIZA

   La crisis bilateral estalló el 19 de agosto cuando militares venezolanos fueron atacados por supuestos paramilitares colombianos en la frontera común, llevando al Gobierno de Nicolás Maduro a ordenar un cierre de la línea limítrofe.

   Miles de colombianos han sido deportados y otros tantos que vivían de manera legal en Venezuela han decidido volver voluntariamente a su país de origen debido al acoso que --según denuncian-- sufren ahora en la nación vecina.

   El Palacio de Miraflores ha explicado que se trata de una campaña contra la infiltración de organizaciones criminales colombianas en Venezuela y ha reclamado a su vecino mayor colaboración para luchar contra los delitos fronterizos.