BOGOTÁ, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva Luján, advirtió este viernes al Gobierno venezolano de que Bogotá no aceptará "una agresión contra la población civil ni contra el territorio colombiano", después de que el país vecino admitiera que voló dos pasos fronterizos presuntamente utilizados por organizaciones criminales para trasladar droga de un país a otro.
"La obligación del ministro de Defensa es evitar a toda costa una guerra, una provocación y esa es la actitud del presidente Uribe, por eso no caemos en guerra verbal o insultos, nos resbala los que puedan decir, lo que sí no podemos aceptar es una agresión contra la población civil ni contra el territorio patrio. Para eso estamos preparados", explicó en una entrevista a Caracol Radio.
El titular de Defensa admitió la preocupación del Gobierno por el ataque de la Guardia Fronteriza venezolana en la frontera. "Este es un tema muy serio, cuando se usan teorías fantasiosas para agredir a la población civil", admitió.
Sin embargo, subrayó la necesidad de mantener "una actitud extremadamente serena" por la necesidad, insistió, de "evitar a toda costa una provocación". "Pero tenemos un límite, naturalmente", apostilló no obstante.
Bogotá anunció este jueves que denunciará a Caracas ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA) por el presunto ataque parte del Ejército venezolano a dos puentes en la zona fronteriza.
El Defensor del Pueblo colombiano, Volmar Pérez, denunció este jueves la voladura de dos puentes fronterizos ubicados en el municipio de Ragonvalía, en el departamento de Norte de Santander, en un presunto ataque del Ejércitio venezolano.
Las autoridades del Norte de Santander aseguraron que un grupo de unos 40 soldados venezolanos hicieron explotar dos cargas contra ambos puentes, ubicados en la orilla del río Táchira y que tienen un vídeo con imágenes de los uniformados venezolanos, informó Pérez.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela se han resentido en los últimos meses por el repunte de la violencia en su frontera común, por el acuerdo militar recientemente suscrito entre Colombia y Venezuela --que Caracas teme sirva para planear una invasión en su contra--, así como por las denuncias de Caracas de un plan de espionaje auspiciado por los servicios de Inteligencia DAS para desestabilizar al Gobierno de Hugo Chávez.