BOGOTÁ, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha visitado este martes la frontera con Venezuela y ha saludado a los militares del país vecino desplegados en la zona, en uno de los primeros gestos de distensión tras un mes de crisis bilateral.

Santos ha viajado hasta el municipio de Paraguachón, en el departamento de La Guajira, acompañado por una delegación gubernamental en la que destacan los ministros de Defensa, Luis Carlos Villegas, y de Exteriores, María Ángela Holguín.

El objetivo es "verificar la situación de la frontera con Venezuela, anunciar medidas de protección sociales y económicas, y brindar apoyo a los colombianos deportados", según ha informado la Casa de Nariño en un comunicado.

En su recorrido por la zona, Santos se ha acercado hasta la línea limítrofe para saludar y hablar brevemente con los uniformados venezolanos encargados de vigilar el cierre de la frontera, que han reaccionado sorprendidos.

Tras este acercamiento simbólico, el jefe de Estado ha revelado que se ha puesto en contacto con Uruguay y Ecuador para que medien en la crisis bilateral y propicien la ansiada reunión con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro.

Santos ha subrayado que quiere una reunión "para tomar decisiones y encontrar soluciones de forma respetuosa". "No quiero reunirme por la foto", ha recalcado, recordando que "cuando dos mandatarios pelean son los pueblos los que sufren", de acuerdo con Caracol Radio.

El líder conservador ha fijado como requisito imprescindible para celebrar este encuentro que Venezuela respete los Derechos Humanos. "Se ha venido avanzando en el corredor humanitario y se ha parado el maltrato", ha detallado, valorando esto como "pasos importantes".

CRISIS FRONTERIZA

La crisis bilateral estalló el 19 de agosto cuando militares venezolanos fueron atacados por supuestos paramilitares colombianos en la frontera común, llevando al Gobierno de Maduro a ordenar un cierre de la línea limítrofe que ha ido a más en estas semanas.

Desde entonces, casi 2.000 colombianos han sido deportados y otros 15.000 que vivían de manera legal en Venezuela han decidido volver voluntariamente a su país debido al acoso que --según denuncian-- sufren ahora en la nación vecina.

El Palacio de Miraflores ha explicado que se trata de una campaña contra la infiltración de organizaciones criminales colombianas en Venezuela y ha reclamado a su vecino mayor colaboración para luchar contra los delitos fronterizos.

Las ministras de Exteriores de ambos países se han reunido varias veces desde el inicio de la crisis pero sin llegar a acuerdos sustanciales. Ahora, Colombia y Venezuela ultiman una reunión entre sus presidentes para detener la escalada de tensión.

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