BOGOTÁ, 16 May. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
La Comisión de la Verdad creada por el acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y la extinta guerrilla de las FARC se centrará en las víctimas "más frágiles" del conflicto armado para identificar las causas de su sufrimiento, porque será difícil encontrar una "verdad objetiva", ha indicado su presidente, el jesuita Francisco de Roux.
El grupo de trabajo, integrado por once personas encabezadas por De Roux, ha comenzado su andadura este mes con el objetivo de recabar testimonios de víctimas y verdugos durante los próximos tres años para aportar un relato de la guerra que ha desangrado a Colombia durante más de medio siglo.
De Roux, en una entrevista concedida a Thomson Reuters Foundation, se ha mostrado consciente de que la intensidad y la duración del conflicto han dejado una sociedad profundamente dividida. "Habrá muchas hipótesis para explicar el problema de la violencia y no será fácil encontrar una verdad objetiva", ha dicho.
"La verdad", ha proseguido, "es la pretensión que los seres humanos tienen de alcanzar la realidad, pero muchas veces fallamos y solo podemos quedarnos con una hipótesis que, en el mejor de los casos, puede contestar a las preguntas pertinentes".
El religioso ha señalado como otro obstáculo la "profunda indiferencia" con la que los colombianos han vivido la lucha con las FARC y el proceso de paz, algo que él atribuye al "trauma social". "Creo que algunos colombianos están preparados para oír la verdad, pero otros no", ha sostenido.
En este contexto, se ha fijado como objetivo realista "establecer los principales patrones detrás de las mayores violaciones de los Derechos Humanos: por qué ha habido violaciones de mujeres, por qué se ha robado la tierra, por qué ha habido desplazamientos masivos, por qué ha habido desapariciones forzadas".
"Se nos ha pedido que nos centremos en los más frágiles de entre las víctimas --niños, mujeres, ancianos, indígenas, afrocolombianos y la comunidad LGTB--", ha explicado. En concreto, ha llamado la atención sobre el elevado nivel de violencia sexual por "la cultura patriarcal" dominante en Colombia.
Cree que, al igual que ha sucedido en procesos similares que se han desarrollado en países vecinos, la Comisión de la Verdad servirá para aportar un punto de partida. Aunque es una meta modesta, "no hay alternativa". "La verdad es vital. Es absolutamente necesaria si queremos construir un país diferente", ha defendido.