Por Jeremy Pelofsky
WASHINGTON (Reuters/EP) - El ex congresista estadounidense William Jefferson, quien fue atrapado con 90.000 dólares en efectivo ocultos en su refrigerador, fue condenado el miércoles por cargos múltiples de soborno y lavado de dinero.
El ex representante por Luisiana, acusado en el 2007 de solicitar millones de dólares en sobornos a compañías mientras usaba su oficina para arreglar negocios en Africa, fue declarado culpable en 11 de las 16 acusaciones que recibió por soborno, extorsión y lavado de dinero.
En un allanamiento a su residencia, agentes del FBI encontraron 90.000 dólares cuidadosamente envueltos en papel de aluminio y almacenados en su congelador.
Jefferson podría recibir una condena de hasta 150 años en prisión y pagos de multas que ascenderían a 456.000 dólares, más certificados de acciones.
Durante su juicio en un tribunal federal en Alexandria (Virginia) la fiscalía sostuvo que Jefferson había buscado cientos de miles de dólares en sobornos relacionados con operaciones comerciales, principalmente en Africa.
Entre estas se incluían negocios de telecomunicaciones en Nigeria y Ghana, concesiones petroleras en Guinea Ecuatorial, contratos de transmisión satelital en Botsuana, Guinea Ecuatorial y la República del Congo, y una planta azucarera en Nigeria.
"Debería ser una señal clara de que ningún funcionario público -y ciertamente ningún congresista estadounidense- puede poner su despacho en venta y traicionarlo", dijo Dana Boente, fiscal federal de Virginia, refiriéndose al veredicto. "Esto no puede ser tolerado", agregó.
La sentencia se fijará el 30 de octubre.
Jefferson puede apelar su condena y no quedó detenido.
Miembro del Congreso desde 1991, Jefferson, un demócrata de 62 años, fue derrotado el año pasado en las urnas por el republicano Anh "Joseph" Caowho, quien se convirtió en el primer estadounidense de origen vietnamita que ingresa en la Cámara de Representantes.
Su distrito incluye gran parte de Nueva Orleans, ciudad que fue asolada por el paso del huracán Katrina en el 2005.
Cuando fue acusado inicialmente, Jefferson reconoció que cometió errores de juicio que lamentaba, pero negó haber vendido su oficina o haber realizado actos oficiales a cambio de dinero.