Actualizado 13/09/2017 08:28

El embajador de Corea del Norte en Perú dice que la decisión de expulsarle del país "echa gasolina al fuego"

MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS/Notimérica) -

El embajador de Corea del Norte en Perú, Kim Hak Chol, ha afirmado este martes que la decisión del Gobierno peruano de expulsarle "echa gasolina al fuego", expresando además su "protesta" por este hecho.

"La medida bilateral y diplomática tomada ayer (por el lunes) por el Gobierno peruano carece de la razón jurídica y moral y no ayuda en nada para la paz y seguridad del mundo", ha dicho, según ha informado el diario local 'El Comercio'.

Asimismo, Kim --quien tiene un plazo de cinco días para abandonar el país-- ha recalcado que Corea del Norte desarrolla sus programas nuclear y balístico "como un medio de disuasión" ante "la política y amenaza hostil del Gobierno estadounidense".

El Gobierno peruano declaró persona 'non grata' a Kim como represalia por las pruebas nucleares y balísticas de Pyongyang, la última de las cuales tuvo lugar el 3 de septiembre, cuando Corea del Norte realizó el que fue su sexto ensayo nuclear.

El Ministerio de Exteriores de Perú informó de la decisión en un comunicado en el que acusó al Gobierno de Kim Jong Un de violar "reiterada y flagrantemente" las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas e ignorar los llamamientos de la comunidad internacional.

"Esa política constituye una seria e inaceptable amenaza a la paz y seguridad internacional, así como a la estabilidad en el noreste de Asia y en el mundo", lamentó el Gobierno peruano, que sigue así los pasos de otros países como México, que ya adoptó una medida similar la semana pasada.

La decisión fue anunciada horas antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara por unanimidad imponer a Corea del Norte el paquete de sanciones más duro contra el país hasta la fecha.

Corea del Norte ha llevado a cabo en los últimos años numerosas pruebas nucleares y balísticas --la última de ellas un ensayo nuclear el 3 de septiembre-- que se han traducido en un endurecimiento del régimen de sanciones internacionales, lo que no ha servido para disuadir a Kim Jong Un.

Las autoridades norcoreanas justifican su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.

Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.

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