Actualizado 31/01/2007 00:21

Costa Rica.- Los grupos ecologistas insisten a Costa Rica en que reingrese en la Comisión ballenera internacional


SAN JOSÉ, 30 Ene. (EP/AP) -

Los grupos ecologistas de Costa Rica que integran una coalición de apoyo a una campaña de la ONG ecologista Greenpeace por las ballenas, insistieron hoy ante las autoridades locales para que el país apure los pasos de reingreso a la Comisión Ballenera Internacional (CBI).

Se estima que la participación de Costa Rica podría ser decisiva en la próxima votación de ese organismo que tendrá lugar el próximo mes de mayo, en la que se decidirá sobre la caza comercial de esa especie. Al parecer existen 35 países a favor de reanudar los permisos, y otros 35 en contra.

La activista de la Fundación Vida Marina, Denise Echeverría, recordó que la CBI estuvo anuente a negociar un arreglo de pago con Costa Rica por una deuda de unos 930.000 dólares (717 mil euros), que le impide el voto al país en esa comisión.

"La deuda a saldar para activar el voto de Costa Rica está más que justificada, y el que la CBI esté anuente a negociar un arreglo de pago nos facilita el camino para que no sea lo económico lo que impida a los ticos (como se llama coloquialmente a los costarricenses) votar y echar atrás la iniciativa de los cazadores de ballenas", señaló Echeverría en un comunicado de prensa.

Aseguró que con un pago inicial de unos 30.000 dólares (23.133 euros) se podría activar el derecho a voto del país en una "acción de que no debe demorar donde los pasos a seguir son sencillos" para "evitar que se asesinen cientos de ballenas".

Hace unos días, el ministro de Medio Ambiente, Roberto Dobles explicó que sería difícil la reincorporación del país a la comisión este mismo año ya que el Gobierno no cuenta con los recursos suficientes, aunque afirmó que "Costa Rica se opone a la matanza de ballenas".

Echeverría apuntó a que el país cuenta con 51.100 kilómetros cuadrados de área terrestre, pero en área marina con 589.682 kilómetros cuadrados, solo en el Pacífico, sitio donde llegan a aparearse y tener sus crías especies como la ballena conocida como "Jorobada".

"En términos ecológicos la pérdida de nuestras ballenas, además de ser un crimen, es un genocidio marino cuya factura no tendrá cifra. El ecosistema marino es complejo y frágil y las ballenas son un eslabón vital para la funcionalidad biológica de los mares", resaltó la activista.