Actualizado 30/09/2006 15:01

Crónica Brasil.- Casi 126 millones de brasileños deciden mañana si quieren seguir teniendo a Lula en el Planalto

La corrupción y los programas sociales, cara y cruz del primer Gobierno brasileño de izquierdas


SAO PAULO, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

Cerca de 126 millones de brasileños decidirán mañana en las urnas quién presidirá su país durante los próximos cuatro años, tras una campaña electoral marcada por los escándalos de corrupción, que han salpicado a miembros del Gobierno y de la oposición durante los últimos cuatro años. Si se cumplen los pronósticos adelantados por las encuestas, Luis Ignacio 'Lula' da Silva, del Partido de los Trabajadores, seguirá al frente de la República Federativa de Brasil.

En total, son siete los candidatos que optan mañana a la Presidencia del país. Por detrás de 'Lula', Geraldo Alckim, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB, centro-derecha) es el que parece tener más opciones a la elección, seguido de la candidata del Partido Socialismo y Libertad (PSOL, izquierda), Heloísa Helena.

Si ninguno de los siete candidatos obtuviera mañana el 50% de los apoyos, los dos más votados acudirían a una segunda vuelta el 29 de octubre. Sin embargo, según todos los sondeos, la liza electoral se decidirá mañana, ya que 'Lula' ha superado el 52% de las intenciones de voto en prácticamente todas las encuentas elaboradas.

De hecho, la última encuesta publicada, mostraba que el presidente se hará con el 53% de los votos válidos --tras excluir los blancos, nulos e indecisos-. Detrás aparece Alckim, que logró mejorar sus resultados en las últimas semanas, pero que no supera el 35%, y Heloísa Helena, con el 9%.

Pero los más de 125 millones brasileños que deberán acudir mañana de manera obligatoria --el voto es imperativo por ley para los mayores de 18 años, y facultativo para los adolescentes de 16 y 17-- a los más de 90.000 colegios electorales no sólo tendrán que escoger entre siete candidatos. En total, cerca de 19.000 personas optan mañana a un cargo electivo.

En concreto, 212 candidatos se presentan a gobernador de Estado o de Distrito Federal; 232, a senadores; 5.518 optan a un escaño en la Cámara de los Diputados; 12.863 intentan hacerse con uno de las Asambleas Legislativas y 674, se presentan a diputado de Distrito.

La cita de mañana llega tras semanas de intensa campaña electoral, cargada de duras críticas, principalmente por los casos de corrupción que han puesto en serios problemas al Gobierno en varias ocasiones y que han salpicado a sus miembros hasta los últimos días de este mandato.

DESDE VOTOS A AMBULANCIAS

Mientras tanto, 'Lula' se ha defendido, asegurando que no tiene nada que ver con las tramas desmanteladas durante estos cuatro años, y por las que han dimitido hombres muy próximos a él. El primero en caer fue su mano derecha, el hasta entonces jefe de Gabinete Jose Dirceu, que también fue presidente del Partido de los Trabajadores y preparó la campaña de 'Lula' en 2002, implicado en el caso conocido como del 'mensalao'.

Este escándalo implicaba al Ejecutivo en la compra de votos a decenas de diputados de todo el espectro político para que apoyaran sus proyectos en la Cámara de los Representantes. La crisis fue destapada por el entonces diputado del Partido del Trabajo Brasileño (PTB) Roberto Jefferson.

Después fue la mafia de las ambulancias: una comisión del Congreso determinó que existían pruebas que implicaban a 72 parlamentarios de haber aceptado sobornos y desviar fondos de contratos que sobrefacturaban la compra de ambulancias. Como resultado de la 'Operación Sanguijuela' fueron expulsados de sus cargos los más de 70 diputados, de los que sólo dos eran del Partido de los Trabajadores.

Durante todos estos meses, la imagen de 'Lula' se ha visto resentida en algunos momentos, pero ni siquiera en este último mes, con el más reciente caso de corrupción conocido por la opinión pública, el presidente ha visto disminuida la confianza de los brasileños en las encuestas, a pesar de que tendrá que comparecer ante el Tribunal Supremo Electoral la próxima semana.

'Lula' deberá presentar su defensa en el proceso que investiga su presunta participación directa en la compra de un supuesto dossier con información que implicaría en la trama de las ambulancias a candidatos del PSDB, entre ellos José Serra, que se presenta al cargo de gobernador del estado de Sao Paulo.

En este último escándalo están implicados el presidente del Partido de los Trabajadores, Ricardo Benzoini, a quien 'Lula' responsabilizó directamente, y el ministro de Justicia, Marcio Thomaz Bastos, entre otros destacados militantes del PT.

Sin embargo, la oposición da prácticamente por perdidas las elecciones, y la máxima esperanza de Alckim es poder enfrentarse a 'Lula' en solitario en una segunda vuelta. Incluso el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, del PSDB, reconoció por escrito que tienen poco que hacer.

A pesar de que la 'decepción' ha sido una de las palabras más repetidas a la hora de analizar el primer Gobierno de izquierda en Brasil, muchos analistas coinciden en apuntar que esta sensación ha venido especialmente motivada por las grandes expectativa creadas, no sólo a nivel nacional, con la llegada de 'Lula' al poder.

Sin embargo, una vez más, 'Lula' continúa siendo el candidato de los pobres. De hecho, en las regiones más deprimidas del país, el presidente tiene niveles de intención de voto que llegan hata el 75%.

La causa no hay que buscarla sólo en la imagen que para ellos representa el ex sindicalista, sino en los programas sociales ejecutados, que han logrado reducir por primera vez las desigualdades en uno de los países con más diferencias del mundo.

Aunque el proyecto Hambre Cero, el gran protagonista de la campaña de 2002, tal y como fue concebido fracasó en su primer año de mandato, su restructuración y el acento puesto en el Bolsa Familia ha sido considerado un acierto por propios y ajenos.

En un informe reciente, la Agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) destacaba los "extraordinarios" logros obtenidos por la política de Lula en la lucha contra la pobreza y el hambre, en especial que un total de 11 millones de familias se hayan podido beneficiar hasta este año del Bolsa Familia. De esta manera, el 25% del total de los brasileños han recibido dinero en efectivo, a cambio de que sus hijos acudieran al colegio.

Asimismo, la prestigiosa Fundación Getulio Vargas sacaba a la luz un informe en el que constataba que la pobreza experimentó una drástica disminución en los años del Gobierno de Lula. Según explicó el director del estudio, Marcelo Neri, "los pobres fueron los que más ganaron, ya que su renta creció a un ritmo anual del 8,4%". Estos datos confirmaban los apuntados por el centro de investigaciones Datafolha, que estimó que en los últimos cuatro años más de seis millones de personas han superado el umbral de pobreza.

En su última comparecencia ante los medios, el presidente Lula aseguró que si es reelegido su responsabilidad aumentará y agregó que, al fin, si continúa otros cuatro años en el Planalto, nadie podría comparar su Administración con el Gobierno anterior, sino con su propio Gobierno.

Conocedor de dónde reside su fuerza, Lula decidió cerrar su campaña con un 'plantón' al resto de candidatos en un debate televisado, y acudiendo a un mitin en Sao Bernardo del Campo, la ciudad que le vio nacer como líder sindical y lanzó su carrera política.