Actualizado 08/08/2006 01:55

Cronica Colombia (Ampliación).- Alvaro Uribe apuesta por dialogar con los grupos armados siguiendo el ejemplo de España

Alrededor de 400.000 soldados y policías fueron desplegados por todo el país para neutralizar posibles acciones hostiles de las FARC


BOGOTA, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, defendió la tesis de los "hechos de paz" como el elemento que concretará la posibilidad de un acercamiento de su Gobierno con los grupos armados ilegales y puso como ejemplo el camino de paz que está recorriendo el Gobierno de España, que a su juicio abrió un diálogo con la banda terrorista ETA después de que ésta pasara tres años sin cometer asesinatos.

"El Gobierno español ha señalado como una de las razones para el diálogo que allí se abre espacio, la circunstancia de que en los últimos tres años no se han presentado asesinatos imputables a la organización que empieza a ser interlocutora de voceros oficiales", destacó Uribe durante su discurso tras jurar para su segundo período presidencial 2006-2010 en el Capitolio Nacional.

El mandatario defendió la tesis de los "hechos de paz" como el elemento que concretará la posibilidad de un acercamiento a los grupos armados ilegales y rechazó "los discursos de paz desvirtuados por la violencia", pues señaló que "generan escepticismo que bloquea el sendero de acercamientos".

Reafirmó su intención de lograr la paz en Colombia a partir de la sinceridad y de los hechos de paz que legitimen el diálogo con los grupos armados ilegales. "Reitero nuestra voluntad de lograr la paz, para lo cual únicamente pedimos hechos. Hechos también irreversibles que expresen el designio de conseguirla", dijo Uribe.

El presidente colombiano manifestó que, si bien en los últimos cuatro años ha puesto todas las energías en la recuperación de la seguridad, está dispuesto a imprimir el mismo entusiasmo y generosidad a la paz.

"Hemos insistido sin temor en nuestras acciones en procura de la seguridad. No nos frena el miedo para negociar la paz. Confieso que me preocupa algo diferente: el riesgo de no llegar a la paz y retroceder en seguridad. La paz necesita sinceridad. Por eso los hechos irreversibles de reconciliación deben ser el enlace entre seguridad y paz", manifestó.

LOS "HECHOS DE PAZ"

Si bien Uribe expresó su temor en que, por ser generoso en la paz no se pueda llegar a ella y por el contrario se retroceda en seguridad, insistió en que con los hechos de paz se consigue apoyo popular al diálogo, al tiempo que la fuerza pública siente que ha cumplido con su deber.

"En medio de la violencia, el diálogo se desgasta y la búsqueda de la paz desmotiva la tarea de la institución armada legítima la generosidad oficial en negociaciones con los violentos, que muchas veces es injusta, es entendida por la comunidad cuando los hechos demuestran buena fe y honestidad de los beneficiarios", dijo Uribe.

Según el presidente colombiano, la violencia ha sido una "interferencia" de la política y la democracia, actividades que deben desarrollarse con la fuerza de los argumentos.

Sostuvo que es preciso ponerle fin al cóctel integrado por las formas de lucha de los grupos ilegales, la debilidad estatal para enfrentarlos y la reacción ilegítima y violenta para contrarrestar a los primeros.

"Nunca permitiremos la paz engañosa que cualquiera quiera asegurar basado en la capacidad criminal que le permita torcer la voluntad democrática", sentenció Uribe, reelecto el pasado 28 de mayo con el contundente respaldo de unos 7,3 millones de sufragios, quien tomó hoy lunes posesión del cargo.

LA TOMA DE POSESION

Asistieron al evento, rodeado de estrictas medidas de seguridad ante posibles atentados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón y los presidentes de una decena de países de la región. Grandes ausencias fueron, entre otras, las de los presidentes de Cuba, Venezuela, Bolivia, Brasil, Argentina o Uruguay. Tampoco acudió la esperada secretaria de Estado norteamericana, Condolezza Rice.

Además del hecho histórico de la reelección inmediata mediante votación popular del presidente Uribe, también por primera vez en la historia del país una mujer entregó la banda y tomó el juramento al presidente del país, la presidenta del Senado, Dilian Francisca Toro.

Los actos de posesión se realizaron en medio de una vigilancia extrema en el centro de Bogotá, donde 10 anillos de seguridad y 60 puestos de control aún velan por la integridad del mandatario y los invitados especiales.

Alrededor de 400.000 soldados y policías fueron desplegados por todo el país para toma de posesión del reelecto presidente Uribe, que coincidió hoy con la conmemoración de la histórica Batalla de Boyacá. Este operativo busca neutralizar posibles acciones hostiles de grupos guerrilleros, particularmente de las FARC, que se han mostrado muy activas en los últimos días.

Tanquetas militares aparecieron el domingo en varios puntos de la capital colombiana con soldados armados con metralletas, mientras transeúntes y automóviles pasaban a su alrededor. También se apostaron francotiradores en varios puntos de los cerros orientales de Bogotá para vigilar el centro histórico, donde hoy lunes se cumplen los actos oficiales de posesión de Uribe.

ASISTENTES Y GRANDES AUSENCIAS

Entre los asistentes a la ceremonia se encuentran los presidentes de Chile, Michelle Bachelet; de Perú, Alan García; de Ecuador, Alfredo Palacio; de Costa Rica, Oscar Arias; de El Salvador, Elías Antonio Saca; de Guatemala, Oscar Berger; de Honduras, Manuel Zelaya; de Nicaragua, Oscar Bolaño; de Panamá, Vicente Torrijos, y de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos.

También acudió al acto el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, quien a su llegada a Colombia expresó su satisfacción por estar nuevamente en suelo colombiano para participar en lo que calificó como "un acto de afirmación democrática" y poder transmitir al Gobierno colombiano el apoyo de España "en este nuevo período democrático y un saludo personal a todo el pueblo colombiano".

Grandes ausencias fueron las del líder cubano Fidel Castro, quien se encuentra convaleciente tras someterse a una operación quirúrgica y fue sustituido por su vicepresidente, Carlos Lage; la del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien canceló su asistencia a la ceremonia sin dar explicaciones y envió en su lugar al vicepresidente, José Vicente Rangel.

Faltó asimismo la secretaria de Estado norteamericana, Condolezza Rice, quien anunció hace semanas su comparecencia en el acto y que finalmente envió en su lugar al secretario de Comercio de Estados Unidos, Carlos Gutiérrez.

Tampoco estuvieron presentes el presidente de Argentina, Néstor Kirchner, representado por su vicepresidente Daniel Scioli; el mandatario boliviano, Evo Morales, por quien acudió su vicepresidente, Alvaro Marcelo García, ni el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez. En sustitución del brasileño Luis Ignacio 'Lula' da Silva asistió a la toma de posesión de Uribe la primera dama de ese país, Marisa Leticia 'Lula' da Silva.