Actualizado 07/03/2008 00:16

Crónica Colombia.-Daniel Ortega se suma activamente a la crisis entre Ecuador y Colombia al romper relaciones con Bogotá

Hugo Chávez amenaza con nacionalizar las empresas colombianas en Venezuela y Rafael Correa insiste en que la crisis "no ha terminado"


BOGOTÁ, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

La resolución adoptada ayer por la Organización de Estados Americanos (OEA) y consensuada por Ecuador y Colombia para lograr un principio de acuerdo, y así poner fin a la crisis entre ambos países que se abrió el pasado fin de semana, parece haber sido sólo un paréntesis en el clima de acusaciones mutuas que hoy recuperaron las autoridades de sendas naciones, a las que se sumaron contra Bogotá, los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Nicaragua, Daniel Ortega.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se reunió hoy con su par venezolano, Hugo Chávez, quien le expresó su apoyo "incondicional" en la crisis diplomática abierta con Colombia, después de la incursión militar que el Ejército de ese país realizó el pasado sábado en territorio ecuatoriano y que se saldó con la muerte de 22 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre ellos su portavoz, 'Raúl Reyes'.

Al frente ecuato-venezolano contra Colombia se adhirió hoy el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien anunció que su Gobierno "rompe relaciones diplomáticas" con Bogotá, "en solidaridad con el pueblo ecuatoriano" y por las "reiteradas amenazas militares de parte del Gobierno colombiano".

Por su parte, Hugo Chávez retó hoy a su par colombiano, Álvaro Uribe, a que ambos se presenten ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya (TPI), tras las declaraciones formuladas el miércoles por el mandatario colombiano quien anunció que denunciaría a su par venezolano por financiar terroristas que cometen actos genocidas, en alusión a las FARC. "Vamos a ver quién sale condenado", advirtió Chávez, quien insistió en que es capaz de auto acusarse "si él no lo hace y ahí veremos a quién se condena", porque Uribe, describió, es "más peligroso que un mono con una hojilla (cuchilla)".

El mandatario venezolano amenazó asimismo con nacionalizar todas las empresas colombianas que operan en su país, mientras que el ministro de Hacienda de Colombia, Óscar Iván Zuluaga, respondió hoy la preocupación del Gobierno de Uribe por tal advertencia, que en caso de materializarse, dijo que Venezuela deberá indemnizar "debidamente" a los empresarios, a los que instó a asegurar "cuanto antes", si no lo han hecho ya, sus inversiones en la nación vecina.

En caso extremo, lo que supone cero exportaciones a Venezuela y fracaso en el programa de conseguir otros mercados para los productos que se dejen de vender a ese país, se perderían cerca de 100.000 empleos y la economía colombiana dejaría de crecer 1,3 por ciento. Para tratar de minimizar el impacto económico, el Ejecutivo colombiano anunció un plan de choque por el que se concederán créditos especiales a tasas de interés bajas a los empresarios y sectores exportadores afectados.

CONDENA CONTUNDENTE

En su gira por América Latina para exponer su visión del impasse, Rafael Correa reiteró en Caracas y después en Nicaragua que espera una "condena contundente" de la comunidad internacional contra Colombia, "el agresor", por violar la soberanía de su país e insistió en que la crisis "no ha terminado" por lo que su Gobierno "no va a quedarse tranquilo".

El mandatario ecuatoriano agradeció el pronunciamiento del Consejo Permanente de la OEA al respecto, pero exigió a la comisión de ministros de Asuntos Exteriores que se reunirá próximamente que emita una declaración más firme sobre el tema, porque, según él, Ecuador ha sido "bombardeada por un Gobierno agresor guerrerista".

"Estamos agotando todas las instancias diplomáticas para que se condene al agresor, pero si esa comunidad internacional no condena sin cuestionamientos, sin medias tintas (...) al agresor, Ecuador sabrá hacer responder el ultraje", advirtió Correa, que estimó que "no se pueden establecer relaciones con un sujeto (Uribe) que ha perdido la credibilidad".

En la capital venezolana, Correa también se reunió con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, mandataria que se solidarizó con Ecuador y condenó la violación de la soberanía cometida por el Gobierno de Álvaro Uribe. Por su parte, el presidente Correa agradeció a Fernández la "posición frontal e inclaudicable" del "pueblo argentino" ante el conflicto con Colombia.

"No sólo fue un apoyo a un país amigo, como Ecuador, sino el apoyo a un principio irrenunciable como es el principio de respeto a la soberanía", añadió Correa que agregó que "el embajador argentino ante la OEA (Rodolfo Gil) tuvo una actuación destacadísima".

"Tenemos conversaciones con la presidenta y con (el presidente de Brasil Luiz Inacio) Lula. La posición de la OEA fue conversada", dijo Correa al referirse a la posición de Argentina y Brasil de condenar la incursión de Colombia en territorio ecuatoriano.

Sobre la resolución emitida por la OEA, la ministra de Asuntos Exteriores de Ecuador, María Isabel Salvador, señaló que se trata de "un triunfo diplomático" de su delegación en contra de Colombia y estimó que es "clara y contundente" y supone un "primer paso fundamental".

La jefa de la diplomacia ecuatoriana confirmó que la crisis surgida con Colombia se dirimirá en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de Río que se inicia mañana en República Dominicana, así como en la Comunidad Andina de Naciones y en el Mercado Común del Sur (Mercosur). Además, adelantó que aunque de momento no está decidido, el Gobierno del presidente, Rafael Correa, está "pensando en la posibilidad" de llevar el caso ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), si bien, añadió que "ese es otro paso", según informa la emisora CRE Satelital.

Adicionalmente, afirmó que aunque el acuerdo inicial alcanzado con Colombia sobre la resolución de la OEA es un primer paso, el restablecimiento de las relaciones entre Quito y Bogotá está lejos de producirse después de que el Ejército y la Fuerza Pública de Colombia irrumpiera sin permiso en territorio de Ecuador.

También en tono conciliador, el embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos, Camilo Ospina, estimó que la citada resolución es "equilibrada" porque "reconoce los hechos, pero a su vez busca soluciones" y sobre todo porque fue aprobada por unanimidad y con el consenso de los Gobiernos de Quito y Bogotá. "Se encamina más hacia el futuro que hacia el pasado... Vamos a ver cómo podemos desarrollar el proceso de coordinación hacia la búsqueda de una solución a la crisis con Ecuador", agregó.

Por último, el embajador colombiano calificó como "positivo" el "consenso logrado" ya que, señaló, abre un camino hacia la "reconstrucción de nuestras relaciones internacionales con nuestros vecinos" pues la actitud de ambos países es "restañar" la herida y "pensar en el futuro porque son dos países que han mantenidos muy buenas relaciones durante años y eso tiene que continuar".