Actualizado 06/10/2007 21:19

Crónica C.Rica (añadida).- Las encuestas otorgan una ligera mayoría al 'No' al CAFTA en la votación de mañana

Se trata del primer referéndum que se celebra en el país y ha originado la confrontación de opiniones entre los costarricenses


SAN JOSÉ, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

Más de 2,6 millones de costarricenses están llamados este domingo a las urnas para decidir, en el primer referéndum que se celebra en el país, si aceptan la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, conocido como CAFTA.

De los 4,2 millones de costarricenses, 2,6 millones están convocados a la votación y entre ellos figuran 35.259 extranjeros naturalizados, sobre todo nicaragüenses, salvadoreños y colombianos, quienes este domingo deberán responder 'Sí' o 'No' a la pregunta:"¿Aprueba usted el Tratado de Libre Comercio República Dominicana, Centroamérica-Estados Unidos?".

ÚLTIMAS ENCUESTAS.

Según la última encuesta publicada este miércoles por la prensa nacional, los partidario del 'No' superan a los del 'Sí' a sólo cuatro días del referéndum que se celebrará mañana domingo.

La empresa Demoscopía realizó un estudio de opinión con una muestra de 1.215 personas y un margen de error de 2,8 por ciento. De la encuesta se desprende que el 39,8 por ciento de los costarricenses optó por el 'No' al TLC y un 36,1 por ciento optó por el 'Sí'.

El 13,3 por ciento se manifestó indeciso, mientras que el 7,7 por ciento dijo que no irá a votar el domingo 7 de octubre, en el primer referéndum que se celebra en la historia de Costa Rica.

La firma además efectuó una votación simulada utilizando copias de las papeletas oficiales, donde los opositores al tratado sumaron un 50,8 por ciento y los que lo apoyan un 49,2 por ciento. Ambas encuestas fueron desarrolladas por Demoscopía para el diario 'Al Día'.

"Los datos se mueven entre un empate y una ventaja a favor del 'No'". Cualquiera podría ganar por la mínima diferencia", dijo al citado diario el director de la firma, José Alberto Rodríguez.

Otra encuesta, esta de la consultora Unimer, publicada hace dos semanas por el periódico 'La Nación' expuso que el 49,1 por ciento votaría por el 'Sí' al CAFTA-RD mientras el 'No' sumó un 46,3 por ciento, con un margen de error de 3,4 por ciento.

Un eventual empate fue calificado días atrás como "demencial" por el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Luis Antonio Sobrado, quien no obstante aseguró que se trata de una probabilidad remota al tener en cuenta que se puede ganar hasta por un solo voto.

"Para que el resultado sea vinculante tiene que ir a votar al menos el 40 por ciento del padrón, incluso si votan en blanco o se anula el voto se contabilizará para ese 40 por ciento", agregó.

Costa Rica es el único país firmante que aún no ha ratificado el acuerdo.

Ayer viernes, el presidente y premio Nobel de la Paz, Óscar Arias Sánchez, --partidario del 'Sí'-- hizo un llamamiento al respeto y a la tolerancia ciudadana sean cuales sean los resultados de la consulta popular del 7 de octubre. "El 8 de octubre, una vez que pase el referendo, todos tenemos que ser tolerantes y respetuosos de las ideas ajenas", afirmó Arias. "El 8 de octubre vamos a pasar la página, por fin, de este discurso del TLC con Estados Unidos", añadió.

Arias insistió en el compromiso del Gobierno para seguir trabajando en lograr tratados comerciales con China y la Unión Europea, independientemente de si los costarricenses deciden 'No'.

Por otra parte, el presidente afirmó hoy que no es responsable de la división producida entre los costarricenses en torno al acuerdo de libre comercio con Centroamérica, Estados Unidos y República Dominicana (CAFTA). "No es culpa mía que nos hayamos dividido, yo defiendo con vehemencia lo que creo. En la campaña fue el tema central y nunca he mentido, defendí el tratado sin decir que es perfecto, pero sí una herramienta importante para generar más riqueza para el país", declaró el presidente a un programa de radio local.

Arias reconoció que la disminución del 'Sí' frente al 'No' en las últimas semanas se debe en primer lugar a un documento interno que se filtró a los medios de comunicación en el que el vicepresidente del Gobierno, Kevin Casas, emitía unas recomendaciones muy controvertidas para favorecer la campaña a favor del CAFTA. El escándalo finalmente acabó en la dimisión de Casas. Y en segundo lugar, el presidente admitió que también podría haber influido negativamente la participación de varios sacerdotes de la Iglesia Católica (religión oficial del país) en una manifestación contraria al acuerdo comercial.

El mandatario, advirtió nuevamente que de ganar el 'No', numerosas empresas quedarán afectadas ya que "en septiembre del 2008 se les vencerán beneficios de la Cuenca del Caribe a los textiles y al atún".

Arias consideró que su función a partir del lunes será reconciliar a los costarricenses pero admitió que si se rechaza el tratado comercial su trabajo al frente del Ejecutivo será mucho más difícil "porque se fortalecerán los sindicatos, que son los opositores más fuertes que tiene mi gobierno".

"A partir del domingo no hablaré más del tema, para la noche prepararé un discurso de unidad nacional", indicó. "El domingo en la noche paso esta página, gane el 'Sí' o gane el 'No', para salvar lo que se pueda salvar y construir una nueva agenda nacional. Tengo que tomar el papel conciliador porque eso es lo que me corresponde", consideró.

EL REFERÉNDUM.

Los más de 2,6 millones de costarricenses que están llamados a las urnas el domingo 7 de octubre acudirán a votar a 4.932 juntas de votación distribuidas por todo el país, que tiene una extensión de 51.000 kilómetros cuadrados (aproximadamente la mitad de la superficie de Castilla y León).

Las urnas se abrirán a las 06.00 horas (14.00 hora peninsular española) y cerrarán a las 18.00 horas (02.00 horas). De entre las juntas de votación destacan las 31 que se distribuirán en hogares de ancianos, las 17 de los centros penitenciarios y 75 más en las zonas indígenas.

Unos 7.000 policías, más de 1.300 observadores nacionales y 160 extranjeros, entre ellos el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, velarán por el correcto funcionamiento de los comicios, que le costarán al presupuesto nacional 2,8 millones de dólares (1,98 millones de euros).