Actualizado 01/12/2009 21:51

Crónica Cumbre Ib.-Los líderes dejan clara su división sobre Honduras en una cumbre con un récord histórico de ausencias

La presidencia portuguesa 'salva' la imagen con una declaración propia en la que se condena el golpe y aboga por el diálogo nacional


ESTORIL (PORTUGAL), 1 Dic. (De las enviadas especiales de EUROPA PRESS, Beatriz Fernández y Leyre Guijo) -

Honduras y el número récord de mandatarios ausentes se han convertido en los protagonistas de la XIX Cumbre Iberoamericana que se clausuró este martes en Estoril (Portugal). Los jefes de Estado y de Gobierno llegaron divididos en sus posiciones y pese a los esfuerzos del Gobierno portugués lo único que se pudo lograr fue una declaración de la presidencia en la que se expresa la condena al golpe de Estado y se aboga por un diálogo nacional en el país centroamericano, sin pronunciarse en ningún caso sobre las elecciones presidenciales.

Según reconoció el primer ministro portugués, José Sócrates, "las posiciones eran muy lejanas y distintas al inicio de la cumbre" pero "poco a poco", explicó, "se fueron aunando" hacia la postura que recoge el texto y que incluye los dos puntos que los mandatarios consideran "fundamentales": condena del golpe y diálogo nacional.

Así se refleja en el 'comunicado especial', en el que los mandatarios "condenan el golpe de Estado en Honduras y consideran inaceptables las graves violaciones de los derechos y libertades fundamentales del pueblo hondureño". En este contexto, añaden, constituye "un paso fundamental para el retorno a la normalidad constitucional" la restitución del presidente depuesto, Manuel Zelaya.

Además, afirman que "seguirán contribuyendo activamente en la búsqueda de una solución que permita la apertura de un diálogo nacional en Honduras y en devolver el régimen democrático al pueblo hondureño"y expresan su "firme compromiso con la defensa de los principios democráticos de todos los países de Iberoamérica para prevenir cualquier intento de desestabilización a gobiernos legítimamente electos".

El texto no hace referencia a la validez y legitimidad de las elecciones presidenciales, principal motivo de la división de los mandatarios, limitándose a indicar que los líderes "han analizado la situación en Honduras, incluyendo la realización de elecciones" y "han tenido la posibilidad de recibir informaciones y conocer la lectura de la situación hecha por el Gobierno" de Manuel Zelaya, cuya canciller, Patricia Rodas, le representó en esta cumbre.

RESPALDO DEL GOBIERNO DE ZELAYA

También Rodas, como subrayó la presidenta argentina, Cristina Fernández, cuyo país asume desde hoy la presidencia pro tempore de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, ha aprobado la declaración de la presidencia portuguesa. La canciller hondureña, que está "absolutamente comprometida con la restitución Zelaya", ofreció además un "generoso discurso".

El documento va en la línea de lo defendido por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien abogó, junto con el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, por dar tiempo a los propios hondureños para que aborden la vuelta al orden constitucional en este país. En su rueda de prensa al término de la cumbre hoy, Zapatero dijo que España "trabaja ya" y seguirá haciéndolo en favor de un "gran acuerdo nacional" entre Zelaya y los "actores políticos", incluidos "los que han concurrido" a las elecciones, que calificó de "muy sui géneris".

El presidente del Gobierno confió en que todos los países iberoamericanos trabajen en la misma dirección que España, e indicó que la declaración de la presidencia portuguesa sobre Honduras "recoge básicamente principios que toda la comunidad iberoamericana reconoce y comparte" y que "ha tenido el consenso de todos". Los mandatarios iberoamericanos comparten, dijo, que se promueva un "acuerdo nacional para la consolidación y la salida democrática para Honduras".

El jefe del Ejecutivo confirmó que las diferencias entre los líderes no se han centrado en la necesidad de restituir o no a Zelaya en sus funciones -eso lo decidirá el Parlamento hondureño mañana, como establecía el acuerdo Tegucigalpa San José - sino en la "valoración y el efecto de las elecciones" del domingo, que se celebraron en "circunstancias absolutamente anómalas". España defiende como salida la consecución de "un gran acuerdo" entre los hondureños, remachó.

Por su parte, Cristina Fernández, reiteró que Argentina no reconoce el "simulacro o paradio de elección democrática" que hubo en Honduras e insistió en la "defensa a rajatabla de los procesos democráticos". Frente a esta postura, "muchos querían hacer una aceptación y sellar algo que había sucedido el 29 de noviembre", indicó.

Entre los principales defensores de no reconocer los comicios estaba Brasil, cuyo presidente, Luiz Inazio Lula da Silva, antes de abandonar esta mañana anticipadamente la cumbre dejó claro que su país no reconocerá los comicios y se mostró contrario a "hacer concesiones a los golpistas" porque de lo contrario "la amenaza correría un serio riesgo" en la región. En la misma línea se pronunciaron los países del ALBA, que ven un "precedente nefasto" en el eventual reconocimiento.

El otro frente lo han encabezado principalmente el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, y sus homólogos de Colombia, Perú y Paraguay. Ayer, el Nobel de la Paz había pedido reconocer la victoria de Porfirio Lobo para no "hacer más daño" a los hondureños, que son los que más están sufriendo. Asimismo, recordó que en la región ya ha habido dictaduras y gobiernos golpistas que han organizado comicios que han llevado luego a la democracia.

VICTORIA POLITICA

Pese a todo ello, el primer ministro portugués no dudó en calificar de "victoria política" de la cumbre el que se haya producido la declaración de la presidencia sin "ninguna objeción". Otros, subrayó, "hubieran desistido" pero Portugal consideraba que "un problema político de la importancia" del de Honduras no podía ser "ignorado" en la Cumbre Iberoamericana.

"No me parecía bien que la cumbre se limitase a constatar distintas posiciones", agregó, insistiendo en que los asistentes tenían que "dar una respuesta y responder con muchas y distintas postura".

Por su parte, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, se felicitó del documento respaldado por los dirigentes e incidió en que aunque ayer algunos decían que "no iba a ser posible pero fue posible" llegar a un acuerdo.

AUSENCIAS RÉCORD

En cuanto a las ausencias, pidió que no se mida el éxito de esta cumbre "de forma aritmética", ya que aunque no han estado todos los jefes de Estado y de Gobierno sí han estado presentes "todos los gobiernos" y "prácticamente el 86% de la población iberoamericana".

De los 22 países que integran la Comunidad Iberoamericana, ocho no han acudido a esta cita, los de Venezuela, Cuba, Guatemala, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Uruguay, así como Zelaya. Además, el presidente peruano llegó ayer cuando la cumbre ya había comenzado y los de Brasil y Ecuador se fueron hoy antes de la clausura.

Honduras y ausencias aparte, el tema que este año se había escogido era innovación y conocimiento. En este sentido, los mandatarios han aprobado la Declaración de Lisboa en la que se comprometen a adoptar medidas para potenciar estos aspectos porque "son instrumentos fundamentales para erradicar la pobreza, combatir el hambre y mejorar la salud de nuestras poblaciones, así como para alcanzar un desarrollo regional sostenible, integrado, inclusivo, equitativo y respetuoso del medio ambiente, prestando una particular atención a la situación de las economías más vulnerables".